La serie vampírica más sexy de la televisión se despide tras siete temporadas. Los habitantes de Bon Temps pondrán punto y final a los ríos de sangre y erotismo que han acompañado a Sookie Stackhouse durante seis años. El próximo domingo 24 de agosto de 2014 se emitirá el último capítulo de una serie que, con sus más y sus menos, no ha dejado indiferente a nadie.
Los vampiros están de moda y últimamente se han creado varios universos en torno a estas criaturas. Se han dirigido principalmente al sector femenino adolescente, pero True Blood rompe una lanza a favor de un público más adulto. Durante siete temporadas hemos conocido un mundo oscuro, cargado de sexo, vicio, rechazo, discriminación, amores peligrosos y criaturas sobrenaturales. La que durante mucho tiempo fue uno de los bastiones fuertes de HBO, pone punto y final a 80 capítulos este domingo 24 de agosto.
Basada en las novelas de la saga The Southern Vampire Mysteries de Charlaine Harris, True Blood se estrenó el 7 de septiembre de 2008 en la cadena estadounidense HBO. Creada por Alan Ball , responsable de la exitosa Six Feet Under, nos traslada a Bon Temps, un pueblo de Luisiana, en una realidad contemporánea donde los vampiros han podido abandonar las sombras gracias a una sangre artificial creada por japoneses, la True Blood, lo que les permite convivir con humanos.
El éxito de la serie fue arrollador y temporada tras temporada aumentaba su audiencia, convirtiéndose en lo más visto de la cadena desde el final de Los Soprano. Las andaduras de Sookie Stackhouse, la camarera con poderes telepáticos, y el triángulo amoroso que forma con los vampiros Bill Compton y Eric Northman enganchan a millones de espectadores frente al televisor y convierten a True Blood en todo un referente de la cultura pop.
La tendencia ascendente se mantiene a lo largo de las cuatro primeras temporadas, a través de las cuales descubrimos que Sookie es un hada, tendrán que enfrentarse a nigromantes, a la Iglesia del Sol que planea aniquilar a los vampiros y hasta a la realeza vampírica. También aparecerán nuevos seres sobrenaturales, como los hombres lobo, siendo Alcide Herveaux el nuevo pretendiente de Sookie. La quinta temporada será la última de Alan Ball como productor ejecutivo y el desgaste empezará a notarse. El cambio de algunos personajes, como la transformación de Tara Thornton de humana a vampiro, se hace necesario. Aunque las tramas resultan prometedoras, como la fanática religión vampírica o el descubrimiento del pasado de Sookie a través de Warlow, ninguna termina de resolverse satisfactoriamente y nos deja algo fríos.
La sexta temporada tomó un rumbo más acertado con la guerra desatada entre humanos y vampiros a causa de la destrucción de las fábricas de True Blood y el encierro de vampiros en campos de concentración para experimentar con ellos. A causa del embarazo de la protagonista y del recorte de presupuesto de la cadena, la temporada pasó de tener doce capítulos a diez. Además, los problemas en la ejecutiva continuaron y hubo de hacer varios cambios. Con un salto temporal de seis meses y habiendo alcanzado la paz y la convivencia, la season finale dejaba la puerta abierta a una séptima y última temporada ante hordas de vampiros hambrientos llegando a Bon Temps.
El 22 de junio daba comiendo la temporada final ante una gran expectación. De nuevo, la idea era buena, pero se han quedado por el camino, sin dar unos finales decentes a grandes personajes. Aunque balanceándose, han sabido mantenerse a la altura gracias a su humor picante, a las escenas subidas de tono y a lo surrealista de muchas situaciones. La series finale de este domingo pondrá término a las historias de los habitantes del pequeño pueblo de Luisiana. Con Bill Compton infectado de Hepatitis V y al borde de la muerte verdadera, con Eirc y su compañera Pam negociando los términos de la cura definitiva con los Yakuza que ahora han puesto en el punto de mira a Sookie por conocer su secreto, parece que el final feliz entre el centenario vampiro y el hada resulta más difícil que nunca. ¿Cómo se resolverá todo?
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True Blood acaba, la serie más emblemática de los veranos del cable americano. La serie se caracteriza por un reparto muy coral que nos ha encandilado a todos. Desde el adorable y pocas luces de Jason Stackhouse hasta el sarcasmo de Eric y Pam, pasando por las sesiones de espiritismo del transformista Lafayette. Todos ellos acompañados de multitud de personajes secundarios, como el rey Russell Edgington, la pizpireta Ginger o los ultracatólicos Steve y Sarah Newlin.
A pesar de ser un pueblo ficticio, Bon Temps reúne todos los elementos de la idiosincrasia sureña americana, reflejando la decadencia de la sociedad, los prejuicios, la ignorancia, el conservadurismo rancio y la fuerza de la iglesia. Sin embargo, True Blood no es una serie profunda y complicada, es entretenida y excéntrica (es imposible olvidar el iluminado parto múltiple del hada Maurella en la quinta temporada). No duda en mostrar escenas subidas de tono muy explícitas, tanto heterosexuales como homosexuales, algunas hasta gratuitamente, pero viniendo de True Blood, hasta se agradecen. Ello le ha ganado el aplauso de numerosas asociaciones LGTB, llevándose el premio a Mejor serie dramática del GLAAD (Gay & Lesbian Alliance Against Defamation) en 2011. Más importante fue el Globo de Oro a Mejor actriz protagonista de serie dramática para Anna Paquin en 2009 o el Emmy a Mejor casting en serie dramática en el mismo año.
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Se acaba la última botella de sangre fresca, a partir del domingo tendremos que aprender a convivir sin los vampiros más calentorros de la televisión. ¿Preparado para la última mordida?
Víctor Mopez
Me habían hablado bien de esta serie pero no me decidía a verla, ahora, después de leer tu artículo, me voy a poner manos a la obra y la veré. A partir del domingo voy a empezar a convivir con esos vampiros que prometen emociones y por lo visto sangre a raudales….
Muy interesante tu artículo, a mi me has convencido para verla, una buena sipnosis como esta podría salvar del fracaso de audiencia a muchas series que no vemos por no tener muy claro de qué van.
Enhorabuena!
Muy bien la crítica y muy buena la serie, HBO siempre nos sorprende con buenas puestas en escena y esta no es para menos. Hay que verla.