La creatividad hace ya un tiempo que se ha adueñado de nuestros hogares. Pero siempre está en continua evolución. Es una capacidad innata sin límite alguno. Por ello hemos querido reunir en ColumnaZero tres casas sin límites creativos.
Internet está plagado de oasis de ideas y sugerencias con las que inspirarnos para diseñar nuestro hogar, o simplemente para soñar con el ideal de casa perfecta. Sin ir más lejos en ColumnaZero os reseñamos siempre las últimas tendencias en decoración.
Y es en ese espacio cibernético donde actualmente se comparten esas nociones, percepciones y modelos en los cuales poder reflejarnos. Por ejemplo, en esta página web encontraremos consejos y construcciones de ensueño que nos ayudarán a dar ese empujón imaginativo y decidirnos al fin por poner patas arriba la casa y darle ese encanto que siempre hemos querido y, quién sabe, embarcarnos por fin, a diseñar la casa de nuestros sueños.
Es por ello que hemos buceado en la Red en busca de tres casas sin límites creativos:
Lucid Stead
Durante más de 70 años, una solitaria cabaña en un terreno situado en pleno desierto de Joshua Tree, en California, pasó desapercibida para cualquiera que se la encontrase. Sin embargo, un día, el artista Phillip K. Smith adquirió la parcela para, después de unos años, comenzar un estudio sobre la sensación de movimiento que produce la luz y el espacio en este desierto.
De esta manera, a través de una combinación de paneles de madera y espejos, ha creado Lucid Stead, una pequeña casa que se mimetiza de manera sorprendente con el árido entorno que la rodea mediante un curioso efecto óptico, y es que parece que el paisaje se abre paso a través de la casa mientras parte de sus paredes desaparecen y otras quedan como suspendidas en el aire.
La construcción está deshabitada y dentro solo podremos encontrar el equipo técnico que ha colocado el artista, ya que Smith la ha destinado exclusivamente para el proyecto que está desarrollando. No obstante, la experiencia visual que supone esta original idea vale la pena una mención.
La Maison Bulles
Ubicada en la Costa Azul francesa, en la localidad de Théocule sur Mer, esta extravagante y original casa con forma de burbujas fue encargada al arquitecto Antti Lovag por el reconocido diseñador Pierre Cardin, aunque nunca fue terminada. Así y todo, la mansión pertenece al Patrimonio de Monumentos Históricos francés.
Las líneas curvas son la tónica dominante a lo largo y ancho de toda la construcción. En el exterior, la casa parece formada por pompas de jabón (un total de 28) que se unen entre sí y las ventanas son todas de ojo de buey. Aquí todo es redondo: las camas, las estancias, los sofás y los pasillos que se mezclan con las sinuosas formas de las lámparas y las esculturas. No hay cabida para ángulos o líneas rectas.
Consciente del potencial de su propiedad para albergar eventos de todo tipo, especialmente aquéllos que concentran a la alta sociedad, el diseñador ha aprovechado para lucrarse ofreciéndola como sede de innumerables acontecimientos, incluso muchos de ellos paralelos al prestigioso festival de cine celebrado en Cannes. Y es que la casa supone un marco inmejorable para este tipo de celebraciones, con su decoración llevada a cabo por artistas que colaboran con Cardin, sus piscinas, el jacuzzi al aire libre, el comedor panorámico y, por si fuera poco, el sorprendente anfiteatro con capacidad para 500 personas.
Las casas cúbicas de Rotterdam
Diseñadas por el arquitecto holandés Piet Blom, este complejo de casas construido en 1984 se ha terminado por convertir en uno de los símbolos de la ciudad de Rotterdam. Un total de 32 edificaciones que representan una especie de bosque, siendo cada una de las viviendas un árbol con su correspondiente tronco (la base sobre la que se encuentran) y la copa (la casa en sí).
Cada casa tiene 100 metros cuadrados de superficie, aunque casi una cuarta parte es inhabitable. Están divididas en tres niveles -sin contar la base sobre la que se asientan-, y en la primera planta encontramos el recibidor, una cocina abierta y el salón; en el segundo nivel dos dormitorios y el baño y, finalmente, en el tercero, encontramos un pequeño jardín que sirve como zona de descanso.
La mayoría de casas están habitadas, pero un inquilino decidió convertir la suya en una especie de museo llamado “Kijk – Kubus” o, lo que es lo mismo, un “show cubo”. Dentro podemos ver cómo es una de estas viviendas, pues se encuentra amueblada y decorada como una casa normal. Está abierta de 11 de la mañana a 5 de la tarde y la entrada cuesta 2,50€. Otro grupo de casas fue convertido en el hostal Stayokay, que ofrece alrededor de 50 habitaciones para que podamos pasar unos días en una de estas originales casas.
Equipo ColumnaZero
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