Un estudio revela que el promedio de consumo per cápita asciende a 163 litros al año. Lo que supone graves consecuencias sobre la salud. Las asociaciones exigen un impuesto del 20% sobre dicho consumo.
México es el mayor consumidor de refrescos del mundo, más de 450 latas por persona al año. Actualmente 7 de cada 10 mexicanos sufre obesidad según un estudio de Naciones Unidas sobre el derecho a la alimentación. Ante este panorama, asociaciones defensoras del consumidor exigen al Gobierno una imposición de un impuesto de 20% sobre refrescos, jugos azucarados y bebidas de alto aporte calórico, de manera que se puedan seguir las recomendaciones de organismos internacionales sobre políticas integrales de lucha contra la obesidad. Se recuerda además los llamamientos ignorados de la OMS y OCDE. Se estima que la implantación de esta medida podría llegar a reducir el consumo de refrescos hasta un 24% y aumentar la recaudación fiscal en 2.300 millones de dólares. Además del aumento de peso, estas bebidas están relacionadas con condiciones como diabetes y enfermedades del corazón.
Equipo ColumnaZero
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