Fue creada para satisfacer al Diablo
La historia, que muchos dan por verdadera, otros por falsa, y unos cuantos por media verdad, cuenta que la diseñadora de Hello Kitty, Yuko Shimizu, tenía una hija de catorce años cuando a la pequeña le diagnosticaron un cáncer de boca. Habiendo intentado a través de todos los recursos la sanación, la madre desesperada acudió al satanismo, cuando su hija estaba en las últimas. La invocación concluyó con un pacto con el Diablo: salvaría a su hija a cambio de que la marca en la que estaba trabajando fuese conocida alrededor del mundo, y que además se invocase al mismo Satanás cada vez que se pronunciase. Y así fue, aunque la niña no recuperó el habla, se curó, y su madre creó el icono que ahora es conocido internacionalmente y que genera beneficios superiores a 250 millones de euros: la gatita Hello Kitty.
El nombre de “Kitty”, cuenta la leyenda, proviene del vocablo chino que significa “demonio”, mientras que “hello” es “hola” en inglés, de manera, que al pronunciar la marca se alude al diablo. Además, la gatita no tiene boca, lo que muchos consideran un guiño a la enfermedad que padeció la hija. La Iglesia Católica considera que el mayor éxito del demonio es que se hable de él.
¿Será entonces la manera que él creyó necesaria para tenerlo siempre presente?
Ismael Castro
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