Prohibir por prohibir, hasta las cosas más absurdas
Cuando hablamos de sexo parece que lo hacemos en un lenguaje universal. Pero cual equivocado estamos. Sólo hace falta mirar a uno de los países más desarrollados del mundo para darnos cuenta que algo falla; y es que en el sexo también hay letra pequeña.
En Washington existe una gran contrariedad, mientras la única posición legal es la del misionero, el sexo con animales no es ilegal para los hombres siempre y cuando el animal pese menos de 18 kilos. Dato curioso sabiendo que en EE.UU mueren al año 500 personas de asfixia por intentar reducir el flujo de oxígeno al cerebro para inducir un orgasmo más placentero. En cuanto a decir palabrotas en la cama, es reconocido que a nivel mundial el 58% de las personas acostumbran a decir groserías durante el coito; sin embargo, en Oregon, más concretamente en Willowdale, decir tacos es ilegal mientras se práctica el sexo. Así como en Florida está penado el mantener relaciones con un puercoespín, en Pennsylvania practicar sexo con un camionero en un peaje(tool booth) está multado o en Utah casarse con un primo carnal antes de los 65 años es también ilegal. Pero para norma absurda es aquella que declara la prohibición del sexo oral en al menos 18 Estados, incluido Arizona, o la de Connorsville que aplica la ilegalidad a la práctica de disparar un arma cuando una señorita esté teniendo un orgasmo, vaya a ser que la muchacha se desconcentre.
Ricardo Bolaños
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