La publicidad es una de esas profesiones cargada de falsos mitos: que si ganamos mucho dinero, que si somos manipuladores, vagos, informales… un sinfín de calificativos nada favorables para el sector y casi todos erróneos.
1.- Los publicistas trabajan poco y cobran mucho. En una jornada laboral tan flexible como los calamares, sin un horario laboral fijo y echando más horas que tiene el día lo normal es que cobremos menos de lo que deberíamos, solo unos pocos son los afortunados de llegar a lo más alto, los demás empezamos en lo más bajo y cobramos muy poco.
2.- No existe ningún programa “mágico” en el ordenador que se llame “crear publicidad” consiste más bien en un trabajo en equipo, coordinado y delimitado a las especificaciones del cliente, porque el cliente siempre lleva la razón ¿o no?
3.- El publicista es un desaliñao. Aunque tengamos fama de vestir de manera informal lo creáis o no en nuestras manos se encuentra la reputación e imagen de cada empresa, tenemos el poder de hundir un negocio o crearlo desde la nada.
4.- Los publicistas ya no saben qué inventar para llamar la atención. Para eso nos pagan ¿no?
5.- Los publicistas son unos manipuladores. Vender una idea no es sinónimo de engañar, nos regimos por unas reglas y códigos éticos que hacen de la publicidad un sistema honrado.
Irene Berbel Godino
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