
Como cada año, febrero marca el inicio de otros 365 días llenos de moda. Es el mes de las pasarelas, y aunque en otros países han arrancado ya las distintas ediciones de la Fashion Week, en España todo comienza con la nacional 080 Barcelona. Te contamos lo mejor del primer evento de moda del 2016.
Cuando la OMS no sabe cómo convencernos de que hagamos deporte, llega 080 Barcelona Fashion y le hace el trabajo. La primera jornada de esta edición estuvo marcada por el espíritu deportivo del sporty-chic, la tendencia que se impuso el año pasado y, según parece, todavía tiene mucho que decir. Los colores oscuros y la mezcla de materiales fueron la tónica imperante en las colecciones que abrieron la pasarela. CARLOTAOMS presentó una propuesta muy actual que adapta la montaña a la vida urbana, con boinas de nailon y mosquetones a modo de cinturón. Pau Esteve y Miquel Suay hicieron lo propio, sumando deportivas a tendencias como los crop tops, las faldas por debajo de la rodilla o los trajes de vestir, para convertirlos en looks todo terreno. Celia Vera, en cambio, presentó una colección protagonizada por el terciopelo y la pata de gallo, en la que los primeros looks recordaban a una versión sofisticada del grunge.
El premio de esta primera etapa se lo lleva TCN, la firma de ropa íntima que propuso algunas combinaciones de lo más apetecibles para salir a la calle. Quién iba a imaginar que las camisas de pijama satinadas casan perfectamente con un peto negro y un sobrero, o que un look de inspiración college con medias de rejilla puede quedar genial y no parecer un disfraz. TCN ha demostrado que, en esos días en los que no apetece quitarse el pijama, podemos darnos el gusto de salir a la calle con él, y eso nos encanta.
El segundo día fue toda una amalgama de tendencias. Viajamos por los 70 y los 90, y cruzamos Estados Unidos con los cowboys hasta llegar a las calles neoyorkinas donde nació el hip-hop. Esta inspiración musical vino desde el Bronx de la mano de Krizia Robustella, quien abrió la pasarela de la jornada. De nuevo el blanco, gris, negro y azul acapararon una colección repleta de declaraciones noventeras, como las camisetas estampadas con grafitis o las cadenas en el cuello. La colaboración que suele hacer la firma con Reebok tampoco dejó indiferente: este año el buscado modelo Pump puso la guinda a los looks.
Los siguientes diseñadores demostraron que los estampados también son para invierno. En contra de la tendencia actual, más cercana a los looks minimalistas y monocromáticos, Escorpion, Sita Murt y Manuel Bolaño cambiaron los tejidos planos por otros llenos de flores, estrellas brillantes e incluso rayas marineras. Destacables también las creaciones de Pablo Feroz, que como siempre, mantiene el cuidado del detalle como esencia de su firma. El encaje que quedaba al descubierto en el tirante de uno de sus vestidos nos ha parecido la manera más elegante de adaptar la tendencia lencera, que este invierno está siendo una de las protagonistas de los street style.
La tercera jornada también fue una vuelta al pasado gracias a los aires retro de Naulover, WOM&NOW y CUSTO. Con ellos los estampados que habían desfilado en días anteriores adquirieron un toque retro, con mucho más colorido y dando bastante presencia a los accesorios. Entre estos destacaron los lazos al cuello y un punto nerd de lo más interesante, que algunos de los diseñadores consiguieron a base de calcetines estampados y gafas de pasta coloridas. CUSTO añadió a la estética retro el animal print, con un resultado de inspiración tribal.
En los desfiles de OSCARLEÓN y Justicia Ruano volvió a predominar el negro en distintas texturas. Las cruces en el desfile del primero y la inspiración gótica de Ruano nos trasladaron a la colección de Txell Miras, que debutó la jornada anterior, y finalmente ha recibido el premio principal de esta edición.
El último día, los tejidos fueron los reyes indiscutibles. Lupo Barcelona presentó prendas construidas a partir del forro acolchado que suelen llevar los abrigos, con un resultado espectacular. Las telas con brillos se apoderaron de la colección de Menchén Tomás, que apostó por materiales plastificados. Y Yerse nos llevó al mundo de la comodidad absoluta con sus outfits oversized.
Para cerrar la edición con broche de oro, el último desfile corrió a cargo de Brain&Beast y sus siempre irreverentes creaciones. En esta ocasión la publicidad y la cultura pop fueron el tema en torno al que giraron los looks. En ellos, nombres de marcas populares dejaban de lado el marketing para convertirse en insultos como “falso”, “culpable” o “apestoso”. PROUD not GUILTY bautizaba una colección que quiere luchar contra la banalización de la cultura, y destacar el papel de la moda como narradora de los momentos históricos.
En definitiva, parece que el próximo invierno vamos a repetir las tendencias que estamos llevando ahora mismo, como los crop tops, la falda de tubo por debajo de la rodilla, el estilo noventero y la lencería al descubierto. Los looks monocromáticos en blanco y negro serán los protagonistas, dejando solo espacio para el azul eléctrico y algunos estampados oscuros.
Para cerrar nos quedamos con la reflexión de Brain&Beast, porque la moda, lejos de ser un simple negocio materialista, siempre ha jugado su papel haciendo eco de la sociedad. Y qué mejor lugar para reivindicarlo que una pasarela.
Clara Auñón