
Mathew McConaughey está de moda; la crítica aplaudió su papel en Mud (Jeff Nichols, 2012), su interpretación en Dallas Buyers Club le ha valido el Globo de Oro de mejor actor de drama y una nominación para los Oscar, y True Detective, la serie que coprotagoniza con Woody Harrelson y por la cual ambos han sido nominados para los próximos Emmy Awards, promete convertirse en la ficción de referencia de 2014. HBO apuesta fuerte esta temporada.
Desde sus primeras escenas de entrada (en una de las mejores intros que se han hecho hasta la fecha) uno se da cuenta de que True Detective es mucho más que cualquier otra serie policíaca. Harrelson y McConaughey encarnan a dos detectives, Martin Hart y Rust Cohle, encargados de resolver una serie de crímenes de rituales macabros (muy al estilo de Seven) que tienen lugar en el estado de Lousiana. True Detective es la búsqueda de un asesino en serie que se convierte en una obsesión extendida durante 17 años.
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Lo que realmente hace diferente a True Detective es quizás el ritmo de su narración, más pausado de lo que estamos acostumbrados con otras series de temática similar, y con constantes saltos espaciotemporales que desde el primer episodio siembran la duda en el espectador sobre el verdadero papel de Cohle.
Así pues, la narración se balancea constantemente entre los interrogatorios realizados a ambos detectives (ya retirados, situados en la actualidad) y a las investigaciones que preceden al descubrimiento del primer cuerpo en 1995. Lo que parecía un caso cerrado parece reabrirse ofreciendo la visión personal de los dos investigadores y desvelando, poco a poco, lo que realmente ocurrió. Así, los episodios no acaban con los conocidos cliffhangers, o momentos de tensión que hacen que el espectador quiera saber lo que va a ocurrir en el próximo episodio. Es el grueso de la historia lo que interesa, su totalidad.
Destacable también es la ambientación lúgubre y dejada en que enmarca toda la historia, con escenarios típicos de la América profunda, llena de ciénagas, carreteras que no llevan a ninguna parte y casetas de PVC, que depositan sobre el espectador su característico clima, húmedo y pesado. Sin embargo, todo este ambiente gótico no se sostendría de no ser por las impresionantes interpretaciones que tanto los actores protagonistas como los secundarios ofrecen episodio tras episodio.
Notables especialmente son las de McConaughey y Harrelson, cada uno atormentado por sus fantasmas internos y cuyos personajes chocan tanto en personalidad como en creencias: el primero, un hombre solitario, oscuro, algo psicótico y con una visión más que pesimista y atea de la realidad; el segundo, un conservador padre de familia, religioso y muy acostumbrado a la tranquilidad de su región.
Ambos personajes prometen dar mucho de sí durante los 8 episodios que dura la primera temporada de True Detective. Nic Pizzolato (guionista de la famosa The Killing) y Cary Fukunaga (director de la versión más reciente de Jane Eyre) son los artífices de esta oscura historia en la que los papeles protagonistas irán cambiando de temporada en temporada, prometiendo calidad y frescura a sus seguidores.
HBO encargó la serie en 2012. Estrenada en enero de 2014 es la gran apuesta de la cadena americana, tanto que su primer capítulo se convirtió en el mejor estreno de HBO desde 2010 (2, 3 millones), superando incluso el dato de Juego de Tronos, estandarte de la cadena de pago y en competencia directa con la gala de los Globos de Oro. Un mes después ya es aclamada por crítica y público, tildándola de obra maestra e incluso serie de culto. En España, Canal+Series emite los lunes a las 22:30 un capítulo de estreno.
Asier Sannio [Info Asier Sannio]