
Los rincones de Madrid están llenos de locales únicos; Rita&Champagne es uno de ellos. Un restaurante que combina elegancia y sencillez, modernidad y calidez, para ofrecer una experiencia diferente al visitante.
Recorremos uno de los barrios más selectos del centro de Madrid para encontrarnos con el nuevo concepto de cocina bistró, Rita&Champagne. Ubicado en el número 1 de la calle Orellana, a tan solo un paso de la plaza de Santa Bárbara, este restaurante llama tu atención desde el momento en el que cruzas la entrada. La escalera principal está presidida por una enorme estructura de copas que cuelga del techo y que presagia el cuidado del detalle que impera en todo el local.
El restaurante cuenta con tres zonas con ambiente diferenciado: el salón principal, con mesas bajas y barra; la zona VIAIPI, un área con mesas altas perfecto para disfrutar de una buena copa; y un salón privado con capacidad para 12 personas. Rita&Champagne combina el minimalismo y el buen gusto en lo que ellos mismos definen como «la sencillez de lo exquisito».
Tan pronto tomas asiento en una de las sillas de autor del salón principal eres capaz de envolverte en la atmósfera artística que caracteriza a Rita&Champagne. La selección musical dota de calidez al lugar y las obras y murales de influencia artística cubana que pueblan las paredes se convierten en el mejor paisaje para el comensal. Pero, si hay un elemento que capta la atención del visitante desde el primer momento, es la composición de botellas retroiluminadas que, enganchadas en la pared, construyen el nombre de Rita.
Sin embargo, la atención al más mínimo detalle traspasa la decoración y el mobiliario, pues también está presente en su servicio, cuidado y profesional. La sutileza y dedicación del personal es el perfecto maridaje para unos platos de elaboración única.
La presentación de los platos es notoria, principalmente en uno de sus entrantes, una ensalada de burrata ahumada con tomates caramelizados empapada en aroma de roble; una esencia que se puede disfrutar en vivo cuando el maître destapa el plato. La llegada del plato principal no supo a menos, ya que la pizza hecha al horno de leña, una de sus especialidades, vino acompañada de una acertada selección de champán; un selecto Pommery para potenciar el sabor de la pizza Tartufina, compuesta de tomates semi-secos, crema de trufa nera y próvola ahumada. No obstante, Rita&Champagne no es solo pizza y champán. La carta de postres es capaz de cautivar a los paladares más exquisitos, en ella destacan el cremoso de Gianduia (un postre donde predomina el cacao y el pistacho, aderezado con helado de avellana y trocitos de galleta caramelizada) y el mousse de leche de cabra con frutos rojos.
En definitiva, Rita&Champagne convierte el acto de comer en un restaurante en una experiencia. Su cocina y ambiente forman el tándem perfecto para escapar de la rutina y disfrutar de una velada única.
Borja Iglesias Tabeayo – @tabe9
Conchi Gil Díaz – @Conchi326