Las flores y el crochet son los básicos de cualquier temporada primavera-verano, pero este año hay otras prendas que no se nos escapan: las metalizadas. Te traemos un poco de inspiración para que te atrevas a probar una de las tendencias más llamativas del momento.
Aunque los tejidos metalizados marcaron la época de los 80, no nos han dejado recuerdos especialmente buenos. Prendas demasiado brillantes, looks dorados o plateados de la cabeza a los pies y maquillaje a juego han dejado una huella imborrable en el mundo de la moda. Como resultado, ahora basta con mencionar que “te gustan las lentejuelas” para que todo el planeta dé por hecho lo hortera que puedes llegar a ser. Pero aquí no le hacemos ascos a nada, así que hemos buscado prendas decentes para mejorar el paso de los brillos por tu armario.
Los vestidos metalizados no son ninguna novedad, llevamos toda la vida viéndolos pasear por las alfombras rojas (aunque rara vez nos han parecido aceptables); incluso puede que te hayas planteado usarlos en alguna Nochevieja. Pero esta prenda no es solo apta para las noches. De hecho, cuando mezclas el canalé con un poco de brillo, das con el toque que les faltaba a los looks deportivos de día. La misma fórmula es aplicable a los clásicos vestidos mini de tirantes en estos tejidos metálicos.
PD: con una básica blanca por debajo del vestido de tirantes, consigues un look noventero de 10.
Las faldas son otras de las prendas en las que más familiares nos resultan los brillos, así que posiblemente nadie se lleve las manos a la cabeza ante la novedad de una de estas en versión metalizada. Pero la cosa cambia si hablamos de las midi, y es que, siendo uno de los cortes estrella de la temporada, estaba claro que antes o después el brillante se iba a encontrar con las nuevas faldas plisadas. Parece obvio pensar que una falda midi brillante esté reservada a looks de noche o un poco formales. Nada más lejos de la realidad, esta prensa se está convirtiendo en un must para looks urbanos.
En el extremo opuesto tenemos los pantalones plateados o dorados que, para nuestra sorpresa, han conquistado la noche. En este caso, la combinación más fácil es con un look total black, aunque los tonos crudos también sirven, y además suavizan un poco el efecto metalizado. De momento sólo estamos viendo esta modalidad en pitillos, shorts y chinos, y las dos primeras opciones las vemos más para un disfraz de bola de discoteca que para salir a la calle. Haría falta que a alguien se le ocurriera aplicar el tejido a unos culottes para que acabáramos por dar el visto bueno (o el adiós definitivo) a los pantalones metalizados.
Algo que sí nos convence del todo son las partes de arriba adaptadas a esta tendencia. Los tops o jerseys finos con brillo son un básico que arregla cualquier look para un plan nocturno improvisado. Así que solo faltaba ver estas telas en las bomber para comprobar si son aplicables a todo tipo de prenda, y han superado la prueba con creces. Sin embargo, en este caso nos decantamos más por usar el satén en tonos más discretos, y dejar la plata y el oro para algunos apliques o bordados.
Para acabar, los metalizados se han extendido por toda la variedad de accesorios, desde la típica joyería hasta zapatos, mochilas, y un largo etcétera. Para los pies, da igual si eres más de deportivas, tacones o plataformas, el calzado está siendo uno de los sectores a los que los brillos han llegado con más fuerza. Lo mismo ha ocurrido con mochilas, bolsos y compañía. Además, si en otras prendas veíamos un metalizado algo más sutil, en los accesorios tenemos el efecto contrario, por lo que resultan incluso más llamativos.
Lo que más nos gusta de estas prendas es que se combinan con básicos, como vaqueros y prendas monocromáticas en blanco o negro. Así que no hay que complicarse mucho para saber cómo llevarlas, y son una forma muy buena para dar un giro a looks básicos.
Clara Auñón
