El tiro del zapato puede ser históricamente uno de los mayores gestos de desagrado pronunciados. Hacemos un repaso por tres de los “zapatazos” más polémicos cuyos mensajes han dado la vuelta al mundo: desde el zapatazo a George Bush, antiguo presidente de los Estados Unidos; el zapatazo a punta de pistola en un debate de la televisión jordana y, el más reciente, el zapatazo a uno de los integrantes de la banda británica-irlandesa One Direction.
El 14 de diciembre del 2008, el mundo se quedaba asombrado ante la agilidad y reflejos del por aquel entonces presidente de Estados Unidos, George Bush. Durante su discurso en Bagdad, un reportero iraquí identificado como Muntadar al-Zeidi aprovechaba el momento perfecto en el encuentro con la Prensa para lanzar contra el gobernador su par de zapatos. Este claro mensaje de desprecio en Irak y en cualquier lugar del mundo, fue acompañado con un grito de «Toma tu beso de despedida de parte del pueblo iraquí, pedazo de perro. Este es el final». Tras el humillante incidente, Bush intentó bromear sobre la patética situación diciendo: «Todo lo que tengo que decir es que los zapatos eran del número 42».
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En segundo lugar, el pasado 7 de julio del 2012 el mundo se despertaba con un polémico debate televisado entre dos líderes de la política nacional de Jordania que degeneró en directo en una lucha violenta, cuando uno de ellos, Mohammed Shawabka acusaba al otro, Mansur Murad, de «espiar» a sueldo del régimen sirio. «Y tú también, eres un espía del Mossad (inteligencia israelí) y un ladrón», respondía Mansur Murad. Era entonces cuando Shawabka le devolvía el cumplido con un zapatazo, para después levantarse y sacar una pistola del cinturón, ante la sorpresa del moderador y del equipo técnico.
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El tercer encontronazo con calzado volador lo ha protagonizado el grupo teen que está revolucionando el panorama del pop, One Direction. Durante uno de sus conciertos el pasado Miércoles en Glasgow, Escocia, el cantante Harry Style era golpeado fuertemente en la entrepierna con el zapato de una de sus eufóricas fans, que no puedo evitar la emoción de que su ídolo estuviera a escasos metros de la barrera. El dolorido joven caía al suelo retorciéndose de dolor mientras sus compañeros de la banda, confusos, le preguntaban qué había pasado. La anécdota se quedó a un lado y el show siguió su curso, y la muchacha de catorce años compartía más tarde en Twitter «Harry, yo fui quien te tiró el zapato, no era mi intención hacerte daño».
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Alberto Avellana
@albergamkee
