
Londres está de moda. Sin embargo, la ciudad ofrece mucho más que el Big Ben, la Torre de Londres o Trafalgar Square. En ColumnaZero te enseñamos los rincones ocultos y que no deberías perderte de Londres para que te sientas 100% “British”.
St. Christopher’s Place. El secreto mejor guardado de Oxford Street.
St. Christopher’s Place es un pequeño rincón situado nada más y nada menos que en mitad de Oxford Street. La bulliciosa y siempre abarrotada calle de compras por excelencia en Londres guarda en sus entrañas un escondite encantador donde es posible alejarse de todos los ruidos, luces y personas que diariamente se concentran en el centro de la ciudad. La plaza no ofrece más que unos cinco restaurantes. Sin embargo, son más que suficientes para descansar, aunque sea por unos minutos, de la ajetreada vida londinense.
Neal’s Yard. Un cuento de hadas situado en pleno Covent Garden
A todo turista que se precie se le aconseja visitar el Covent Garden. Este barrio londinense destaca por su mercadillo de artesanías, sus restaurantes y su siempre animado ambiente. Sin embargo, pocos conocen Neal’s Yard. Este coqueto y colorido rincón londinense solo tiene acceso a través de dos calles que, por su poco atractivo, no dejan intuir qué es lo que se oculta en su interior. Incluso una vez que se ha llegado a Neal’s Yard es difícil intentar recordar cómo se ha acabado allí. Esta maravillosa plaza llama la atención por el colorido de sus fachadas. El amarillo, el azul, el rosa, todos y cada uno de los colores se concentran en escasos metros cuadrados y te trasportan a otra ciudad que podría parecerse a muchas del mundo excepto a Londres. Neal’s Yard es otro mundo. Es un cuento de hadas. Este lugar es característico por la venta de productos orgánicos y todos los establecimientos, incluidos los cafés, cuentan con comida orgánica en su carta.

Leadenhall Market. Si JK Rowling se fijó en él, ¿por qué no iba a hacerlo el resto del mundo?
Situado entre rascacielos y cafeterías que albergan personas vestidas con trajes, corbatas y americanas. El Leadenhall Market es el contrapunto que encontramos en mitad de la zona financiera de Londres, más conocida como La City. Es un pequeño centro comercial que destaca por su arquitectura. Su estilo clásico rompe con lo moderno y vanguardista que nos ofrece La City. Además, para todos aquellos amantes del cine y, en especial, de la más que famosa saga “Harry Potter”, el Leadenhall Market permite obtener una foto del “Caldero Chorreante” ya que se rodó allí aunque, a día de hoy, no es más que un local diáfano a la espera de que alguien lo alquile.
Café Monocle. Si te gusta leer y tomar café, este es tu sitio.
Este sofisticado café se encuentra en el también sofisticado barrio de Marylebone. Esta zona de Londres no ofrece grandes monumentos para visitar, por tanto, la afluencia de turismo aquí no es tan alta como pudiera ser en el Big Ben, por ejemplo. Marylebone te permite pasear y contemplar la vida del londinense de bien. Sin embargo, pasear produce sed y qué mejor idea que tomar un café y más cuando se trata de tomarlo en Monocle Café. Este curioso establecimiento lleva el nombre de su revista, Monocle. Publicación mundialmente famosa que habla cada mes del mundo en general. Se publica desde Londres y es por ello que el grupo decidió abrir un establecimiento donde tomar café y, además leer la revista. Para aquellos que disfrutan del café y de la lectura no podría existir mejor sitio en la capital del Reino Unido.
El balcón de la cafetería del Tate Modern. Para todos aquellos que les guste, o no, el arte contemporáneo.
A pesar de que el Tate Modern, el museo de arte contemporáneo de Londres, es uno de los “must” turísticos, muchos de sus visitantes se limitan a ver el interior del museo. Esto, conlleva a que las opiniones sobre las obras que se guardan en él sean del todo diversas. Y es que el arte contemporáneo no cae bien a todo el mundo. Sin importar que uno sea o no amante de este arte, el Tate ofrece algo que está hecho para gusto de todos y es que la vista que otorga desde el balcón de su cafetería es, cuanto menos, asombrosa. Desde la última planta del museo es posible tener una panorámica perfecta del Milenium Bridge y de St. Paul’s, la catedral de Londres. La perspectiva combina un puente más que modernista con la imperiosa cúpula que corona la catedral. Desde lo más contemporáneo a lo más clásico, las vistas son un lujo para la vista. Además, la entrada al museo es gratuita (como en la mayoría de los museos londinenses) así que una jornada de arte contemporáneo y un atardecer en la terraza del Tate nunca están de más.
Los paraguas del Borough Market. Siempre con paraguas, llueva o haga sol.
El Borough Market es uno de los muchos mercados que se encuentran en Londres. Este mercadillo, en concreto, vende comida y se rumorea que los mejores chefs de Londres se avituallan de los productos que aquí se ofrecen. Sin embargo, el rincón secreto del Borough Market se encuentra en una pequeña calle situada a la izquierda del mercado. Cerca de Vinopolis, el barrio de las bodegas y el vino, hay una pequeña plaza adornada con paraguas. Resulta curioso ya que los edificios de esa zona son de un color negro, grisáceo y no invitan al color ni la alegría, precisamente. El pequeño monumento a los paraguas otorga un halo de color tanto si llueve como si el día está gobernado por un perfecto sol.
One New Change. Un centro comercial en el que comprar es lo que menos importa.
La visita a la catedral de Londres, St.Paul’s es de obligada asistencia. Sin embargo, muy pocos conocen la perspectiva que ofrece el ascensor acristalado y la azotea del centro comercial One New Change. Este complejo comercial se abrió con el objetivo de animar la zona financiera, que es donde se encuentra la catedral, ya que cuando llegaba el fin de semana los ejecutivos volaban a sus casas y la zona se quedaba apagada y sin vida. Para acabar con esto, los arquitectos del centro comercial cedieron darle un punto turístico al complejo y, además de adornarlo con tiendas y restaurantes, decidieron situar el ascensor en el centro del edifico. A primera vista no tiene nada de novedoso, sin embargo, estamos hablando de un ascensor completamente acristalado que permite ver la catedral desde sus pies hasta la punta de la cúpula. Además, desde la azotea se tiene una perfecta vista de La City y es posible tomarse unos apetecibles cócteles. Todo adornado de un ambiente Chill Out. La sensación que se obtiene cuando se va dentro del ascensor es indescriptible al igual que la vista. Hay que estar allí para vivirlo.
Todos estos escondrijos son solo la punta del iceberg. Londres esconde restaurantes, pasadizos, calles que no tiene más de un metro de largo, millones de rincones que hacen que la capital del Reino Unido sea un lugar con encanto. Más allá de sus lugares más famosos, Londres ofrece una variedad de sitios que solo los más curiosos son capaces de descubrir. Si ya has estado aquí, pero no conoces estos lugares, nunca es tarde para volver.
Andrea Díaz Sánchez
Me ha gustado. Muy buen articulo!
necesito una tabla rutina de volumen de 4 dias,series,repeticiones y cambios de ejercicio
[…] otros mercados que hemos obviado aquí, como el de Candem Town o el Leadenhall Market, del que ya hablamos hace un tiempo, y que también merecen una visita. Callejear deteniéndonos en […]