
Tras dos años de espera en los que solo hemos podido acercarnos a las colecciones más exquisitas del textil parisino vía online, por fin este mes de enero nos ha traído de vuelta la semana de la Alta Costura de París, con pasarelas presenciales, el ajetreo de fotógrafos a las puertas para mostrar los tradicionales street style de los invitados y ese ambiente repleto de glamur que caracteriza al calendario más relevante del sector internacional.
Esta edición de 2022, que además ha coincido con el fallecimiento del mítico diseñador, perfumista y estilista francés Thierry Mugler a sus 78 años; nos ha traído instantes memorables gracias a los cuales las maisons han podido marcar un antes y un después tras los duros meses, repletos de incertidumbre, que han sacudido a la moda desde que se detonara la crisis sanitaria. Si has estado un poco out estos días, no te preocupes, en Columna Zero te hacemos un pequeño resumen para que te pongas al tanto de todo lo que ocurrió entre bambalinas:
Surrealismo cinematográfico
Schiaparelli era una de las apariciones más esperadas de la temporada tras convertirse en el primer desfile de forma presencial desde el comienzo de la pandemia en 2020. Desde que Daniel Roseberry tomara las riendas de la firma en 2019, el estadounidense ha conseguido revolucionar la Alta Costura gracias a su discurso basado en el feminismo, la transgresión y el movimiento antirracista. Gracias a esta estrategia, Schiaparelli ha logrado estar en boca de todos, conquistar hasta los corazones más fríos y recuperar ese brillo que parecía que se había perdido. Aprovechando el protagonismo que ha tenido el COVID-19 en nuestras vidas, Roseberry ha tomado como referencia diferentes ejemplos del séptimo arte que le han llevado a plasmar diseños en tonalidades doradas, negras y blancas convertidas en auténticas obras de arte escultóricas, donde los volúmenes, dimensiones y el movimiento se convirtieron en los reyes de la pasarela.
Diversidad pura y dura
Llevamos mucho tiempo oyendo hablar de inclusión en todos sus formatos. Aunque se han creado infinidad de campañas, plataformas e iniciativas para conseguir subir ese escalón, parece que se resiste a permanecer como un elemento más del mundo de la moda. Aún así, debemos tener presente que la pluralidad es una realidad que no podemos dejar de lado y que sí o sí tenemos que hacerla nuestra en todos los sectores: belleza, lifestyle, deporte… Esta ha sido, precisamente, la tecla que ha sabido tocar armónicamente Pierpaolo Piccioli en la última aparición de Valentino en París. El italiano contó con modelos de mayor edad, así como hombres y mujeres de diferentes tallas y morfologías que logran que personas de a pie consigamos conectar con diseños de lujo a priori inalcanzables y, por primera vez, sitúan a la figura masculina como protagonista de la Alta Costura. Un pequeño paso en la industria, un enorme paso para la diversidad.
Toda una vida
Treinta años no son nada y sino que se lo digan a Nieves Álvarez. Una de las caras españolas más conocidas ha vuelto a ser portada de las revistas y medios especializados gracias a su aparición en la Semana de la Alta Costura. Ha ocurrido durante el desfile de su amigo Stéphane Rolland, en el que ha lucido dos creaciones que bien podrían haber salido del Olimpo de las Diosas. Además, ha acompañado al modisto en el cierre para despedir a todas las personas presentes mientras rendía un pequeño homenaje a Thierry Mugler a través de un mensaje grabado en una de sus piezas. La madrileña, musa de Rolland, se corona y celebra del mejor modo posible toda una vida dedicada a las pasarelas, los backstages y front rows.
Espectáculo a raudales
Tras el fallecimiento en 2019 de El Káiser, las expectativas han ido creciendo desfile tras desfile. Nadie como él era capaz de generar tal sorpresa y superarse cada vez recreando escenarios de ensueño con un realismo que teletransportaba a cualquier rincón del planeta e, incluso, fuera de él. No obstante, no ha podido tener mejor sucesora que Virgine Viard, quien ha sabido dar el golpe de efecto perfecto para demostrar su merecido espacio en la industria. Como es lógico, siendo Chanel una de las más firmas francesas por excelencia, jugar en casa siempre es un plus y en esta ocasión Viard ha jugado muy bien sus cartas para orquestar una de las entradas triunfales más memorables que se recuerdan. Carlota Casiraghi debutó como embajadora de la marca recorriendo el Grand Palais a lomos de un caballo y luciendo una de las más que reconocibles chaquetas de tweed, perteneciente a la colección Primavera-Verano 2022, adornada con botones de pedrería y en tonos negros. Sin duda, la fusión perfecta entre moda, naturaleza y arte que ya ha marcado un nuevo hito en la historia parisina.
Adriana Rodríguez Sánchez-Cerrudo
@columnazero