LO QUE LAS REDES HAN UNIDO, QUE NO LO SEPARE EL WHATSAPP

Un artículo de Isaías Blázquez Rosales para ColumnaZero.
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El uso de webs, redes sociales y de app´s para ligar es cada vez más frecuente. Pero la tecnología puede ser un arma de doble filo si no sabes cómo usarla. Te mostramos los lugares a los que más gente acude a ligar y los errores más comunes que pueden hacerte perder a tu pareja.

Resulta extremadamente sencillo encontrar en Google decenas de webs para ligar con miles e incluso millones de usuarios. Pero ni todas son iguales ni se dirigen al mismo público. Conviene, si vas con el colmillo afilado en busca de alguna presa, saber dónde te estás metiendo. La mayoría de las plataformas suelen permitir registrarte gratuitamente, no obstante si quieres hablar con otros contactos hay que abonar una cuantía, por lo general entorno a los 30 euros. Si  bien también algunas ofrecen la devolución si en un plazo de un año no encuentras el amor. Y es que en la red hay cupidos honestos. Tanto, que para ahorrarte muchos fracasos y desengaños ofrecen los tradicionales test de compatibilidad. Aseguran desde algunas de estas webs que son test científicos y, en algunos casos, tratan de ser tan precisos que alcanzan las ochenta páginas. Vamos, que entre tanto test, os podéis olvidar de ligar la primera tarde…

Pero si no quieres arriesgarte a reconocer tu torpeza en estas lides y prefieres no pagar nada de inicio, quizá te encuentres más cómodo en Badoo. Cerca de doscientos millones de usuarios están registrados en la red social del ligoteo, sobre todo perfiles jóvenes. Es cierto que algunas funciones son de pago, pero eso no impide conocer y charlar con gente sin pagar ni un céntimo. Es de los pocos lugares en los que puedes ligar sin pagar.

LO QUE LAS REDES HAN UNIDO, QUE NO LO SEPARE EL WHATSAPP

Hablamos de segmentar el mercado y hacerse notar, así que muchas compañías lanzan agresivas campañas de marketing, como la de Ashley Madison (recordemos la mofa con las supuestas infidelidades de Don Juan Carlos y las soledades de Doña Sofía). Ya no se trata de ligar, sino de que le pongas los cuernos a tu pareja. La web ha apostado por arrojar luz y normalizar un deseo que anida en lo más profundo de muchos amantes, que no es otro que ser infiel. Por aburrimiento, por morbo o quizá por fastidiar (que no joder -que también-), quién sabe, aquí se encuentran miles de parejas en pecado. Lo saben, y les encanta.

No todo es ligar desde casa. También puedes hacerlo en el metro, de comida familiar o celebrando la misa. Las app´s para los smartphone están más fuertes que nunca. Sobre todo gracias a una característica que hace el ritual del ligoteo todavía más intenso: la geolocalización. Es decir, descubrir quién tiene las mismas intenciones que tú dentro del metro, en el seno de tu familia o en la iglesia. No está mal, te puedes llevar alguna sorpresa. Quizá la más conocida sea Miumeet, pero hay otras como Twine o Grindr, sólo para chicos. Una vuelta de tuerca más la encontramos en Bang with friends. El sistema te permite marcar los contactos de Facebook con los que te gustaría tener más que palabras y, si ese amigo también te selecciona a ti, ¡premio!, a los dos se os notifica y a partir de ahí la juerga corre de vuestra parte. Como dato, esta polémica y gratuita app ha sido retirada del Apple Store… (te cuento un secreto: la han vuelto a subir con el nombre de Down). Pero si tú eres más literario y además de hacerlo te gusta contarlo, seguro que disfrutarás participando en I Just Made Love, un lugar donde compartir tus experiencias y además saber dónde están ocurriendo gracias a unas check-ins en Google Maps. Algo así como clavar la banderita (o poner la pica en Flandes, si eres de los clásicos).

Pero ¡cuidado! Que no todo el monte es orégano ni todos los días son fiesta. La tecnología a veces nos facilita la tarea pero otras nos la complica sobremanera. Como gancho os recordaré un supuesto estudio publicado recientemente con un titular, cuanto menos, impactante: 28 millones de parejas rotas en el mundo debido al Whatsapp. Pocos días después del revuelo que levantó se demostró que era un bulo. Pero sirvió para poner de relieve una sospecha, un rumor, un secreto a voces: el Whatsapp es un desencadenante de problemas en potencia. Cuando dejas de prestar atención a la persona que tienes al lado = problema. Cuando observas que el mensaje ha sido recibido pero no obtienes respuesta = problema. Cuando una buena mañana de domingo descubres que tu pareja se conectó por última vez a las 5:25 cuando te dijo que esa noche no salía = problemón. Para este último punto Whatsapp tuvo que incluir la posibilidad de no mostrar el dato de la última conexión.

Otro error, este sin mala intención pero especialmente divertido, es el de escribir cosas que realmente no quieres escribir, debido al autocorrector, ¿o acaso no te ha ocurrido nunca alguno de los casos de este gracioso infográfico con algunos malentendidos?  Nuestro idioma es tan rico en vocabulario y acepciones que nunca se pensó que frases como “necesito tu consejo” o “feliz año nuevo” se pudieran transformar en soeces tales como “necesito tu conejo” o “feliz ano nuevo”. Un riesgo que todo aquel que tenga activado el autocorrector decide correr, así, a lo loco.

En definitiva, que los caminos del amor son inescrutables y estas nuevas herramientas, si cabe, los hacen más divertidos. Disfrutad de la tecnología, sí, pero no olvidéis tomar precauciones.

Isaías Blázquez Rosales

@isaiasblazquez

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