La Navidad se aproxima y con ella el inicio del invierno. Las estaciones del año nos traen distintas emociones y ello se refleja en la actitud que nuestros “yo” toman en las redes sociales.
De la euforia veraniega a la apatía del invierno, las personas nos comportamos de forma distinta según la estación del año. Ese comportamiento también se plasma en las relaciones con los otros a través de las redes sociales. Para la revista GQ los perfiles de Facebook varían según la época estival y recogen algunas características comunes a la mayoría de usuarios. Pasamos de la euforia cálida del verano, de las fotos morenos y morenas que tanto nos gustan, a una actitud distinta a medida que se va acercando el invierno.
1. La Navidad se acerca. Los tablones de todos se colapsan de cadenas de felicitaciones que nos recuerdan que las fechas más amigables del año se acercan: “Si copias este mensaje tendrás 7 años de fortuna. Feliz Navidad” o “Ho, ho, ho, Feliz Navidad”. Todo ello unido a la plaga de fotos que todos subimos a nuestro perfil con “graciosos” gorros de Navidad, diademas de renos o ese cappuccino espumoso que tiene dibujado con cacao la silueta de un árbol de navidad.
2. Largas Gripes. El invierno nos encierra en temporadas de gripes y catarros que nos convierten en usuarios aburridos en Facebook. Y de ello te das cuenta cuando en tan solo tres horas has sido capaz de comentar en todas las fotos de tus amigos y hacerte fan de numerosas páginas.
3. El Frío. Si todavía no te has dado cuenta de que ha llegado a tu ciudad, tranquilo, tu amigo te lo recuerda con una foto donde la bufanda le llega a la cabeza y se titula “Hace frío”.
4. Melancolía. Que el invierno sea la época del año más triste y que todos tengamos al amigo(s) que todo lo cuenta en Facebook converge en un cocktail, como poco, peculiar. Estados actualizados cada minuto donde la diferencia es que el pesimismo es un poco mayor y acompañado de canciones melancólicas de Spotify Social aparecerán continuamente en tus actualizaciones.
5. Cena de empresa. Esa reunión de compañeros que todos esperan donde tu jefe es uno más, o al menos eso crees cuando llevas doce chupitos de tequila. Pero cuando te levantas y ves tus fotos con una cara que no reconoces junto al compañero que más odias de la oficina y ambos con una diadema de renos que brilla, quieres morir. Pero ese sentimiento es mayor cuando te das cuenta que esa foto no es la tuya sino la de alguno de tus padres mientras se lo pasaba bien en su cena de Navidad.
Nuesto comportamiento varía en función de la época del año. Cuando llega el verano, esto se plasma en el tipo de contenidos: la red social se llena de fotos de pies: pie en el agua, en la arena, junto a otro pie, formando círculos… También dedicamos muchas más horas a informar al universo de amigos de todo lo que hacemos: “Salí de casa, qué calor”, “a la pisci un rato para refrescarme”, “tomando el sol en la pisci”… De poco sirve recordar que Facebook no es vuestro diario personal.
La vida en pareja también sufre distintas “fluctuaciones” en verano. Hay parejas que llenan sus perfiles con numerosas fotos sobre su maravilloso viaje: “1706 fotos ha añadido Laura a su nuevo álbum”, de las que 200 son delante del monumento principal, 250 comiendo, 300 paseando… Pero también están esas parejas, o que pensabas tú que todavía eran pareja, que dedican ese espacio a fotos acompañados de una gran botella de alcohol y “nuev@s amig@s”. Y es que no son pocos los que recuerdan sus mejores momentos del verano junto a una botella de alcohol.
Algunos no os sentiréis representados con estas palabras y situaciones, o al menos no lo diréis. Sin embargo, los mortales en Facebook no tendremos reparo en reconocer que esa es nuestra realidad más cruda.
Conchi Gil (@Conchi326)