
Los arquetipos del cine francés: De Renoir a Pierre, pasando por la Nouvelle Vague
Creo que es en una película de Wes Anderson en donde uno de los personajes dice: «como en una película francesa, donde nunca pasa nada». Esta frase responde de algún modo a uno de los clichés del cine francés; un cine contenido en su esencia donde la mirada está dirigida a mostrar y a sugerir, más que a contar una historia del modo tradicional.
El primer cineasta que asentó con fuerza los arquetipos básicos de este tipo de cine fue Renoir con La Regla del Juego; crónica de una época y retrato de una clase social en plena crisis existencial. El film presume de ser una de las primeras películas intemporales de la historia del cine. Se rompe de algún modo con el cine más comprometido (La Gran Ilusión, Los Bajos fondos) para pasar a ofrecernos una visión mucho más moralista y humana. En la cinta la acción está ralentizada hasta la parte final, apenas ocurre algo más allá de enredos y desenredos amorosos. Lo que busca Renoir es exponer lo que son capaces de expresar y lo que no sus personajes. Aquí nace de alguna forma el cine francés contemporáneo.
A finales de los 50’s, principios de los 60’s surge la Nouvelle Vague, deudora directa del neorrealismo italiano, sobre todo de Rosellini, y por otro lado de Renoir (ambos se pueden considerar los padres de la Nueva Ola). Supuso un revolución artística, social y cultural; cambió para siempre la manera de concebir el cine y lo que es más importante la manera de hacer cine. Ahora todo el mundo podía salir a la calle y rodar una película. De todo esto, surgió una de las generaciones de directores más brillante de la historia del cine: Godard, Truffaut, Rohmer, Malle, Chabrol etc. etc.. El punto final a esta época dorada lo pondría Jean Eustache en 1973 con La maman et la putain, la película definitiva de la Nouvelle Vague.
Desde entonces hasta nuestro días, no se ha vuelto a dar una generación así en Francia. El cine francés se ancló y durante mucho tiempo vivió de las rentas; películas banales que no aportaban nada nuevo bajo el sol, adaptaciones literarias sin apenas interés, directores totalmente agotados en sus funciones de cineastas (Godard). Un hecho que certifica todo esto es que desde 1970 hasta el 2000, únicamente una película francesa ganó La Palma de Oro en el festival de Cannes. Lo más interesante que ocurría dentro del cine francés, eran aquellas películas producidas en Francia a directores extranjeros y que sirvió para lanzar o consolidar la carrera de muchos: La Pianista y Código Desconocido a Haneke, El Pianista a Roman Polaski o la trilogía de los Tres Colores a Krzysztof Kieslowski. Mientras tanto Jean-Pierre Jeunet aportaba un toque visual completamente nuevo al cine que se venía haciendo en Francia, con Delicatessen o la aclamada Amélie.
Las nuevas caras del cine francés.
Uno de los mayores problemas del cine francés actual es que vive obsesionado con superar a la Nouvelle Vague y por lo tanto está creativamente de algún modo estancado. Pocas películas se pueden destacar que repitiendo la misma fórmula, hayan salido victoriosas. Por mencionar algunas; en 2005, Phillippe Garrel nos regaló una obra maestra en modo de homenaje a la Francia del mayo del 68 con Los Amantes Habituales y en 2011 Valérie Donzelli presentó Declaración de Guerra.
A pesar de todo esto, paradójicamente el cine francés más interesante que viene haciéndose estos últimos años es el que menos responde a los arquetipos clásicos y comunes de este tipo de cine. Podemos distinguir dos vertientes claramente significativas; una mucho más poética tanto en el terreno visual como en el narrativo (Carax, Gondry) y otra mucho más contenida y realista (Audiard, Cante) que puede llegar a recordar a autores como Haneke o Gavras. Estas son las nuevas caras del cine francés:

Léos Carax. (Holy Motors y Los amantes del Pont-Neuf )
Autor maldito, considerado por muchos uno de los directores más arriesgados del panorama actual. Su cine se mueve entre lo romántico y lo perturbador, entre lo poético y lo extraño. En 1991 estrenó Los Amantes del Pont-Neuf, una historia de amor entre dos vagabundos que sorprendió sobre todo por su destreza visual y que asentaría las bases del cine de Carax.
En 2012 estrenaría Holy Motors, película mayúscula, homenaje al arte de actuar y al oficio del cine. Donde se recrean casi todos los géneros posibles, desde el musical pasando por el drama social, el thriller, el cine negro hasta la ciencia ficción. Ambigua y compleja, el film de Carax es demasiado innovador en sus formas; plantea y exige cosas al espectador que nunca antes ha podido llegar a replantearse y es sobre todo es un festín para los sentidos. Una obra maestra única que representa de algún modo la otra cara de una forma de hacer cine que se venía cocinando desde principio de los 90’s.

Michael Gondry. (Olvídate de mi y La ciencia del sueño)
Uno de los autores más representativos de la llamada generación de cineastas del video-clip. Nacido en Francia, Gondry forjó su técnica y un estilo muy personal gracias a los números encargos que recibió de bandas como The White Stripes o Björk. Su salto a la gran pantalla fue con Human Nature pero fue en Olvídate de Mi, donde su cine alcanzó la cima creativa. Con un estilo muy personal que recuerda tanto a Méliés como a Terry Gilliam, comparte amistad con Carax y una misma concepción del cine, en el plano visual son muy similares. Ambos directores representan al cine moderno francés en su máxima expresión. En 2006 dirigiría La Ciencia del Sueño , un film onírico que seguía la misma estela de Olvídate de Mi!.

Jacques Audiard (Un profeta)
Autor que se aleja del estilo de Gondry y Carax para pasar a un marco mucho más realista y duro aunque con una narrativa muy poética. Su estilo es mucho más contenido y recuerda al Haneke de El Video de Benny o de Código Desconocido. En 2009 dirigió Un Profeta, un drama carcelario cuya principal virtud era una revisión de las formas clásicas de la narración desde un punto de vista moderno. Rodada con pulso, este retrato oscuro y carismático de la cárcel supuso el gran salto de Audiard a la cima internacional.

FranÇois Ozon (En la Casa)
Una de las sorpresas de la pasada temporada ha sido En la Casa de François Ozon. Film que rompe de algún modo con la estructura narrativa clásica y que se acerca en ocasiones a ese juego de realidades que tanto le gusta al Woody Allen de Annie Hall o de Sueños de un Seductor. En la Casa es un film extraordinario, sobre el proceso creativo de contar una historia y el peligro de la manipulación que puede volverse contra el propio creador. Su riqueza narrativa, el elenco de personajes protagonistas y la posibilidad de hacer al espectador participe de lo que esta sucediendo hacen que sea una de las películas más interesantes de los últimos tiempos rodadas en Francia. Se alzó con la Concha de Oro a la mejor película en el pasado festival de San Sebastián.

Laurent Cantet (El empleo del tiempo y La Clase)
Autor perteneciente a la corriente más realista y social de este nuevo tipo de cine. Tanto en El Empleo del Tiempo en donde cuenta la historia de un hombre que se queda sin empleo y tiene que mentir a su familia como en La clase , drama que refleja la experiencia de un profesor con sus alumnos y que llegó a alzarse con La Palma de Oro en Cannes. Tal es el realismo de La Clase que está entre medio camino entre la improvisación de las primeras películas de Cassavetes y el cine documental.
Otros:
Por último debemos destacar a Michel Hazanavicius y su The Artist. La película más aclamada internacionalmente del cine francés, que supuso una ola de aire fresco al cine actual retrocediendo casi un siglo. Aunque no se la pueda englobar dentro de ninguna de las corrientes de este nuevo cine, merece ser mencionada por su arriesgada vuelta al pasado. Otro director que debemos nombrar es Jean-Pierre Jeunet, director de películas como Amelie, Delicatessen o Largo Domingo de Noviazgo, heredero de las formas clásicas del cine francés pero con un toque visual distintivo y en algunas ocasiones con un halo poético que recuerda al realismo mágico de alguna novela de Gabriel García Márquez.
Filmografía básica del nuevo cine francés.
1991 – Los amantes del Pont-Neuf de Léos Carax
– Delicatessen de Jean-Pierre Jeunet
2001 – El empleo del tiempo de Laurent Cantet
2004 – Olvídate de Mí de Michel Gondry
2006 – La Ciencia del Sueño de Michel Gondry
2008 – La Clase de Laurent Cantet
– Tokyo! de Bong Joo-ho, Leox Carax y Michel Gondry
2009 – Un Profeta de Jacques Audiard
2011- The Artist de Michel Hazanavicius
2012 – Holy Motors de Léos Carax
– En la Casa de FranÇois Ozon
Jorge García Martínez
Mira Jorge, te invito a que leas en las páginas de cultura de El País de hoy, el artículo de Alex Vicente sobre la salud del cine francés en la actualidad, quizás sirva para enfocar de distinta manera el cliché de la Nouvelle Vague.
Un saludo
Marcel