
La música en streaming juega un papel fundamental en el nuevo panorama musical. Según el estudio de Nielsen en el informe de Billboard, el consumo de música online aumentó un 32% en EEUU en 2013, es decir, más de 118.000 millones de reproducciones.
Entre las 10 canciones más escuchadas se encuentran «Thrift Shop» de Macklemore & Ryan Lewis feat Wanz (con casi 500 millones de reproducciones en Youtube) o «Wrecking ball» de Miley Cyrus (534 millones de clics en Youtube). Estos alentadores datos contrastan con los de las ventas de música, que se redujeron un 6%.
De esta forma de escuchar música sin necesidad de descargarla, ha surgido un nuevo modelo de negocio: el streaming de conciertos. Esto hace que los fans puedan disfrutar de sus artistas desde cualquier parte del mundo, sin aforo limitado, e incluso directamente desde su habitación. Además, se trata de una buena forma de promoción para el artista, por entrar en contacto directo con el fan, tanto en su propia casa como en el estadio más importante de su ciudad. Aún más positivo si se trata de una banda emergente, ya que quizás consigan ser vistos más allá de la sala donde estén tocando, ampliando su abanico de proyección.
Aunque la experiencia no es la misma que vivirla en el lugar físico, los conciertos por streaming constituyen una alternativa y una manera diferente de disfrutar de la música. Para los artistas el negocio está en la música en vivo, debido a la velocidad con la que ha avanzado la piratería en estos últimos años. No intentan sustituir el directo, sino dar la oportunidad a aquellos que no pueden estar presentes el día del evento.
Una de las empresas que se dedica a ello se llama Moshcam. Ofrecen sesiones gratuitas en vivo de grandes bandas como RadioHead o Public Enemy. También, la compañía Evntlive, que recientemente fue comprada por Yahoo, transmite en el momento conciertos en alta calidad.
Dezeer, Grooveshark, SoundCloud, Mog, Spotify, Youtube, Pandora o el novedoso lanzamiento de Beats Music son algunos de los numerosos servicios de música en streaming. Presentan un plan de suscripción que suele estar en torno a los 9,90 €. Tal es su éxito, que en España Promusicae ha empezado a otorgar discos de oro y platino a las canciones que superen las 4 y 8 millones de reproducciones.
Pese a que parece que las discográficas se van dando cuenta de que los usuarios confían en las plataformas de música a la carta, no acaban de dar el paso para establecer acuerdos que puedan beneficiar a ambas partes. Si se consigue el modelo de negocio adecuado, el streming de conciertos puede ser uno de los pilares del futuro de la industria musical.
Loli Ferreira (@lolferreira)
Isabel Carrasco (@2icarrasco)
Impresionante el artículo de estas periodistas de columna serio, nos informan , y nos lo hacen muy divertido
Enhorabuena y estaré atenta a sus nuevas publicaciones