
El Audi TT es el modelo más reconocible, sea de la primera generación, de la segunda o la recién estrenada tercera generación. Repasamos la vida de este coupé alemán, las distintas generaciones y versiones y su impacto en el mercado.
Primera generación (1998- 2006)
Corría el año 1998 cuando la marca alemana de Ingolstadt lanzaba al mercado su modelo coupé TT. Sin embargo, para conocer su concepción tenemos que retroceder algunos años más en el tiempo. El prototipo fue presentado en 1995, concretamente en el Salón del Automóvil de Frankfurt. Como podéis apreciar en la imagen del concept car presentado poco varió el diseño final de producción, ya que en esta primera puesta en escena se ganó al público. Prácticamente es idéntico. Una de las diferencias en el diseño exterior entre el concept y el modelo final es la pequeña ventanilla trasera; en el concept no estaba disponible y en su lugar tenía un pilar C bastante más grueso.
Volvemos al año en que el TT inició su comercialización (1998). Llegó al mercado con sólo dos motorizaciones y ambas bastante potentes, con 180 y 225 cv que emergían de un mismo bloque 1.8 turbo, sin embargo la más potente utilizaba tracción quattro de serie.
El interior también era deportivo, con mucho metal visible por todo el habitáculo, lo que resaltaba esa deportividad y le dotaba de un carácter poco visto en coches de producción.
Poco después fue presentada la versión Roadster del TT, que mantenía el mismo tamaño que la carrocería cerrada pero eliminaba las dos pequeñas plazas posteriores, por lo que se convertía en un roadster biplaza, algo que en el presente se sigue manteniendo.
Ya entrados en el nuevo milenio, allá por el 2003, Audi amplió la gama mecánica e introdujo el motor VR6 utilizado anteriormente en algún que otro modelo del grupo Volkswagen, pero con una potencia de 250 caballos. Se asociaba a una tracción integral que le permitía realizar el 0 a 100 en poco más de seis segundos.
Segunda generación (2006-2014)
El relevo generacional llegaría en 2006; ocho años después, tras crear uno de los vehículos más pasionales de la marca (si no el que más) y una cantidad de fans lograda impresionante. Por ello la presión que el equipo técnico y, sobretodo, el de diseño tenían encima era muy importante; si acertaban nadie les alagaría, pero por el contrario si dejaba mucho que desear se les criticaría, y mucho.
Llegó la segunda generación del Audi TT y los encargados de diseño del coupé salvaron los muebles, aunque la marca sabe que no fue todo lo que debería de haber sido. Las líneas dejaban de ser tan redondeadas y encontrábamos muchas líneas rectas, otorgando formas afiladas a elementos como los faros de luces delanteros y traseros. La segunda generación del TT gustaba al público; no obstante se quedó muy lejos del furor que levantó su antecesor. El TT dejaba de ser un coche tan pasional para ser más comercial.
Por otro lado, el segundo TT tuvo varios puntos importantes a favor, como por ejemplo la tecnología. El TT original era un coche muy puro y poco actualizado tecnológicamente hablando; en cambio su sucesor llegó con muchas novedades y un gran salto en este aspecto respecto al primero, es cierto que hay una diferencia de casi una década entre ambos, no obstante parece mayor.
También existió una versión roadster de la segunda generación e igual que en la primera y en la tercera generación perdía sus pequeñas plazas traseras, detalle que no resultaba ser un gran inconveniente. Además de disponer del Audi TT descapotable biplaza, también se podían adquirir las dinámicas versiones TTS y TTRS, que realzaban la deportividad y sobre todo las prestaciones gracias a una puesta a punto del chasis mucho más efectiva en paso por curva y dos propulsores de altas prestaciones, con 270 cv en el caso del TTS y 340 en el extradeportivo TTRS.
Además se ofreció en el TT una mecánica de ciclo diésel, de esas que no pegan en un coche coupé, de carácter deportivo y que aparenta ser muy macho. En concreto se trataba de un 2.0 TDI de 170 cv.
Tercera generación (2014-…)
Llega el 2014 y a primeros de año la firma de Ingoldstat presenta a nivel mundial, en el Salón del Automóvil de Ginebra, la tercera generación de su coupé preferido. En Audi saben que la segunda generación no fue tan atractiva ni pasional como la primera; por eso con esta última se han puesto el objetivo de que el nuevo TT debe tener muchas cosas en común a nivel de sensaciones visuales con el original.
En el frontal destaca la calandra Singleframe que utilizan todos y cada uno de los modelos de la marca. A los lados, encontramos las ópticas delanteras, que poco se parecen a los utilizados anteriormente en el TT y que parecen de estilo japonés debido a las formas rasgadas. Este coche, al igual que muchos otros de Audi y sus primos de Volkswagen, buscan que nos de una sensación de mayor anchura y robustez, de ahí que veamos tantas líneas horizontales y formas rectangulares en el frontal y en la trasera del coupé alemán.
La vista lateral es quien siempre ha marcado el estilo del TT, siendo esta perspectiva la más importante en este modelo. En este caso es diferente a la estructura del primer TT, sin embargo mantiene muchas ideas de aquel coche, combinando en el lateral líneas rectas horizontales a distintas alturas con grandes formas circulares; pareciéndose de esta manera mucho más a la primera generación que a la segunda. Por su parte, la versión Roadster llegará al mercado en apenas unos meses
Dejando a un lado el diseño exterior nos adentramos en el habitáculo. Como te comentaba en el salto de la primera a la segunda generación, la tecnología avanza y de un modelo a su sucesor se nota la diferencia. En esta última época los fabricantes están apostando fuerte e invirtiendo dinero y tiempo en los sistemas de infoentretenimiento, esas pantallas ubicadas en la consola central que vemos en la mayoría de coches nuevos desde la que se maneja la música, el GPS, internet, redes sociales, distintas aplicaciones y un largo, etc. Bien, pues el TT presentó una revolución llamada Audi Virtual Cockpit. Suena muy futurista, y a decir verdad lo es, o lo era hace un año. Detrás del volante, donde normalmente encontramos un cuadro de instrumentos con círculos y agujas que nos indican velocidad, revoluciones, temperaturas, etc, el TT dispone de una pantalla TFT de 12,3 pulgadas totalmente digital, muy personalizable a través de los mandos para mostrar la información que el conductor crea conveniente.
Debajo del capot puede contar con motores de gasolina y también un diésel. En gasolina utiliza un 2.0 TFSI de 230 cv disponible con cambio automático S tronic o manual y en tracción delantera o total. Por otro lado tenemos la variante, también de 2 litros, exclusiva para el Audi TTS de 310 cv, que le permiten acelerar desde parado hasta 100 km/h en menos de cinco segundos. La única mecánica diésel hasta el momento es un 2.0 TDI de 184 cv, que no puede disponer de tracción quattro.
Diego Ávila
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