
ColumnaZero tiene acceso a las múltiples denuncias interpuestas por Antonio Zucchini, un empresario italiano presuntamente víctima de extorsiones de la mafia camorrista napolitana. Amenazas de muerte, bofetadas, coches devorados por las llamas… Conocemos una pesadilla que dura casi siete años. Conocemos la cara oscura del poder: extorsiones de la Camorra.
Ser empresario en Nápoles, Italia, es una tarea que supone el riesgo de costarte la vida y la libertad. Un estudio realizado por la Universitá di Napoli Federico II, desvela que ha habido 785 casos de extorsiones registrados en las Provincias de Nápoles y Caserta, por los distintos clanes de la Camorra. Extraídos más de 1200 casos jurídicos de ordenanzas y sentencias, en una variación de tiempo de dos decenas de años (1990-2009). Los clanes camorristas siembran terror con sus amenazas y extorsiones. Los ciudadanos no se sienten suficientemente seguros y los policías, a los cuales se les escapa la situación de las manos, no pueden dar protección a todos. En su aportación de intentar solucionar el problema, pueden conceder a las victimas de esas intimidaciones, una licencia de armas y una pistola para poder defenderse.
Este es el caso de Antonio Zucchini, una napolitano de cincuenta años que vive en sus propias carnes la terrible sensación de tener que llevar cada día consigo una sig seur p 239, calibre 9×21, agarrada al cinturón de sus pantalones. Es encargado y administrador con poder legal de la empresa 3MGROUP SRL, que se dedica a la instalación y manutención de los sistemas eléctricos, teniendo esta su sede en Milán y en Nápoles.
En 2007 comenzó su tormento y la asimilación de la desagradable idea de saber que tanto la legalidad como el poder tienen un precio. Todo lo que se cuenta a continuación es parte del relato que la víctima ha ofrecido a la periodista y que este medio ha podido confirmar a través de las múltiples denuncias interpuestas al cuerpo de los Carabinieri.
El 5 de diciembre de 2007, la empresa estaba realizando unas labores de instalación eléctrica para el ayuntamiento de Pozzuoli, concretamente, en la zona de Rione Toiano (barrio Toiano). Aquel día en el lugar de trabajo se encontraban operando 6 trabajadores. Alrededor de las 15:00 de la tarde, dos de estos, precisamente, los obreros Vasallo Luigi e Pollaro Gennaro, fueron abordados por una persona de sexo masculino, visiblemente corpulento, que acercándose a pie hacia ellos, vestía con un gorro de lana en la cabeza, gafas de sol y una bufanda quede cubría la parte inferior del rostro. Mientras avanzaba, el susodicho se dirigió a ellos en dialecto napolitano.
- No pongáis ni palos ni luces, sino, os fundimos a “tiros”. Y decidle al titular, que está haciendo cabrear a los amigos de Pozzuoli, y que si quiere trabajar que hable conmigo y nos pondremos de acuerdo. Volveré mañana y vosotros me acercareis al titular para que tratemos el asunto -dijo intimidando.
Terminada su amenaza se alejó andando hacia el barrio. Alrededor de las 16:30, Antonio fue informado de lo sucedido por sus trabajadores. Seguidamente, se dirigió a la comisaria de la Squadra Mobile di Napoli, Sezzione I Criminalitá Organizzata, a imponer la denuncia por extorsión hacia su persona y sus trabajadores, pidiendo así la involucración de la policía y su protección. No hubo día siguiente, el extorsionador fue detenido.
Año 2008
Transcurrido aproximadamente un año, el 29 de abril del 2008, Antonio fue testigo de otra amenaza. Esta vez en la localidad de Acerra, donde se disponía con sus obreros a realizar la instalación de los implantes eléctricos del cementerio de la región.
Eran las 9:00 de la mañana cuando Antonio se dispuso a ir a la obra para vigilar a los obreros, cuando fue sorprendido por un hombre de unos 55 años de aproximadamente 1,75 cm, que se presentó como responsable de seguridad del municipio al que estaban realizando las obras.
- ¿Es usted el titular de la empresa 3M?- preguntó el hombre con actitud chulesca
- Sí, soy uno de los socios- contestó Antonio- percatándose de la situación.
- Le traigo un recado de parte de “la gente” del barrio, quisiera llegar a un acuerdo.
- Está bien, nos veremos a las 12:30, también estará presente mi socio- dijo Antonio.
- Hasta entonces.-se despidió el extorsionador.
Rápidamente Antonio se dirigió a la comisaria de la Squadra Mobile della Questura di Napoli, a imponer la denuncia, pidiendo una vez más la intervención del cuerpo policial y su respectiva protección.
A la cita de las 12:30 se presentó Antonio junto con el inspector encubierto Duryat y se reunieron con el extorsionador, apodado con el nombre Il Tedesco. La reunión duró poco menos de diez minutos, cuando il Tedesco hizo la propuesta de extorsión pidiendo el 5% de los beneficios, fue entonces cuando el cuerpo de policía procedió a su arresto.
El día 16 de Noviembre de 2008, el modelo Audi R8 gris de Antonio, apareció devorado por las llamas en el parking de su oficina. Los bomberos consiguieron controlar el incendio.
Año 2009
Tras un año guardándose las espaldas, Antonio sabía que esto no había terminado. “Fue el 20 de Marzo de 2009 a las 7:30 de la mañana, cuando me dirigí al polígono comercial donde están situadas nuestras oficinas en Nápoles. Fui en mi Volkswagen fox de color negro, la aparqué dentro del complejo cerrándolo con llave y lo deje allí. De ahí me fui al aeropuerto para coger un vuelo a Milán por motivos de trabajo. A las 18:30 de la tarde recibo una llamada en mi móvil de mi socio, refiriéndome que el conserje del polígono le había llamado diciéndole que se había producido un tentativo de incendio a mi coche, y que él había conseguido controlar el fuego y el auto no había sufrido graves daños. Yo rápidamente hice una llamada de teléfono al Maresciallo Cimmino del CC de Castello di Cisterna (Superintendente del escuadrón de criminalidad), para contarle lo sucedido y él me recomendó denunciar al comando de la estación CC de la zona”.
Unos meses después, el 29 de Junio del 2009, una Citroën Berlingo, propiedad del susodicho, había sido totalmente destruida a causa de otro incendio provocado en el mismo polígono de las oficinas. Los meses siguientes no fueron ni por poco mejores. Antonio se vio envuelto en continuas disputas y amenazas hacia él y su familia por parte de “gente de la calle”.
Presentándose así, un día en su oficina los agresores y causantes de las extorsiones. “En esos momentos me encontraba con mi socio Emanuele, el hermano de mi cuñado Michele y mi hermano Salvatore, no sabíamos si abrir la puerta, la golpeaban con violencia” recordaba. Antonio conocía a sus agresores, la familia L, pues estos eran vecinos, amigos familiares y ex socios, que antaño le habían ayudado con unas deudas pendientes. Pero Antonio no sabía que estos anduvieran metidos en siniestros asuntos, y para reclamarle una parte de la deuda que le faltaba pagar sumándole además un 5% de intereses, un día el clan MAZZARELLA enviado por la familia L,le hizo una visita no cordial.Ya que el mismo dinero que uno de los miembros de la familia L, A.L, le había prestado a Antonio para sanar sus deudas, era dinero perteneciente al clan, que ahora estos le reclamaban a la familia L.
La familia L entró en la oficina de una forma amenazadora y decisiva para reclamarle la deuda. No era la primera vez que se presentaban. Todos los presentes se dispusieron a hablar, pero ellos solo entendían de amenazas. Hasta que a tal punto A.L empezó a abofetear violentamente al socio de Antonio, y repitiendo en un tono fuerte y violento “¡Voy hasta San Giovanni a disparate a ti, a tu mujer y a tus hijos!”.
A tales palabras Antonio hizo frente y contestó “No tengo más intención de pegarte, he pagado demasiado y no tenias que haberte atrevido a mandarme a los Mazzarella… “. Acercándose los otros dos extorsionadores, encerraron a Antonio en un cuarto. Pero él, astuto, consiguió sin que se dieran cuenta, llamar al número de M.llo della PIA, dejando la llamada descolgada para que se escuchara. El hermano de Antonio, hizo intrusión en el cuarto y se abalanzó sobre los agresores, fue en ese momento cuando Antonio pudo salir de la habitación.
En el pasillo se escuchaban los gritos de A.L “Id a llamar a Tonino O’ Musso” dirigiéndose a sus hermanos. Dejando entender que este señor estaba en posesión de un arma. Fue en ese preciso instante que llegaron los CC di Castello di Cisterna, los detuvieron y llevaron a comisaria.
Fue Antonio, que con el temor de que la familia L conoce donde reside su madre y su familia, pidió a la policía el permiso de llevar consigo un arma para defenderse. Está se la concedió. Los extorsionadores de Antonio pasaron a la cárcel di Poggioreale, en Nápoles, y un mes después salieron sin sentencia, sin castigo, sin juicio y aún en proceso de investigación del caso. Actualmente Antonio ya no vive en Nápoles y sigue con su trabajo en las regiones del norte de Italia.
¿Quién tiene el poder?
Los Sectores típicos de los que toman recursos los clanes de la Camorra son los sectores con baja tecnología. Debido al fenómeno de la globalización de los mercados, las empresas afectadas no compiten en igualdad de condiciones con otras empresas o con los que tienen un trato de favor por la organización criminal.
Esta es la cruda realidad de todas aquellas personas víctimas de las extorsiones, donde la policía y el Estado parecen no tener o no querer tener suficiente poder para determinar su extinción. Quizás el origen de este interrogante sea la motivación económica. Sin embargo, lo único que está claro es que el poder tiene dos caras, y esta, es la oscura.
Carolina Rovai
grazie di aver pubblicato una storia di ordinaria follia …..
questo e’ quello che dobbiamo subire a Napoli!!!!
Ma grazie alle forze dell’ ordine (carabinieri e polizia)e alla professionalità, tenacia e umanita del Colonello dei Carabinieri Fabio Cagnazzo e dell’Ispettore della Polizia di Stato Alessandro Duryat che mi hanno dato la forza di reagire…. grazieeeee
Gracias a ti por haberme concedido la oportunidad de contar tu historia. Tenemos que confiar en nuestros policias. Grazie a te per avermi concesso l oportunita di raccontare la tua storia. Tvb!