ESPAÑA ES LA MARIONETA DE LA PRENSA EXTRANJERA

Un artículo de Marcos Martínez Solanilla para ColumnaZero
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Un artículo de Marcos Martínez Solanilla para ColumnaZero

Reportajes fotográficos dramáticos e información poco fundamentada  y radicalizada han sido los principales ingredientes de nuestra reputación actual en los países anglosajones. Sólo Francia y China han tratado fieles a la realidad el día a día español. La principal consecuencia es la pérdida de confianza en nuestro país.

Son malos tiempos para los patriotas. La imagen de España en el extranjero ha caído en los últimos años. La prensa extranjera, especialmente la anglosajona, ha hecho que solo se nos compare con Portugal, Grecia, Italia, y, a veces, Irlanda, presentando una imagen distorsionada  de la ya de por sí difícil situación económica, social e institucional.

En 2011, el Real Instituto Elcano presentó un informe referido a la reputación de los países en el que se argumentaba que España obtenía ese año 64 puntos sobre 100, ocupando la posición 18 en un ranking de 54 países. De esta forma, nuestro país se hallaba en una buena posición, si se tiene en cuenta que Alemania se situó en el puesto 12  y EE.UU. en el 25.

El sensacionalismo anglosajón nos ha dañado

No obstante, en los últimos años se ha asistido a una paulatina depreciación de la imagen de España en el extranjero, motivada por portadas llevadas a cabo por, sobre todo, la prensa sensacionalista de EE.UU e Inglaterra. Estos países, en los que el “morbo” periodístico es la primera regla a la hora de escribir,  agotaron ciertos tópicos creados por ellos mismos como, por ejemplo, “Pain in Spain” (Dolor en España) u otros titulares que hacen referencia a la debilidad de los bancos. El New York Times presentó incluso un reportaje fotográfico sobre la sociedad española titulado “In Spain, austerity and hunger” (En España, austeridad y hambre) en el que se mostraban algunos de los aspectos más trágicos de nuestra situación, como largas filas de personas esperando a ser alimentadas o gente buscando comida en un contendor de la basura. El problema no reside en esas imágenes que, tristemente, representan la situación de cada vez más personas, sino en el enfoque generalista de que “nadie se salva en la península ibérica”. Calando así un imagen poco realista en las sociedades extranjeras que afecta a muchos sectores  y mercados donde la confianza es clave.

Sólo la prensa francesa y china han tratado los temas de corrupción y crisis españolas de forma más objetiva, a pesar de contar con algún medio que ha regalado portadas sensacionalistas. Así pues, España ha sido una de las nuevas víctimas de la prensa escrita y digital a nivel internacional.

La consecuencia más directa es la desconfianza

Hacer del drama un drama no es beneficioso en ningún sentido. En el plano social, puede apenarnos el hecho de que ciertos términos positivos que, hasta ahora, nos habían identificado hayan sido sustituidos por otros como quiebra, rescate o pobreza. Sin embargo, las repercusiones negativas van mucho más allá.  A causa de la información negativa sobre nuestro país, hemos sufrido en los últimos años un deterioro de nuestra imagen nacional, que a nivel institucional e internacional es muy difícil de recuperar. Sin ella se añade un obstáculo más a nuestra recuperación económica, ya que la credibilidad es algo necesario para “vendernos como producto”.

Y es que la prensa, también conocida como el cuarto poder,  escoge muy bien sus objetivos. En los últimos tiempos han sido los países del sur de Europa, a causa de su debilidad general. Se demuestra así que no importa tanto el respeto a la objetividad como las ventas de un diario a cualquier precio. Ahora, a la crisis interna política, social y económica que vivimos se une la internacional por la falta de credibilidad. El proyecto «Marca España»  intenta contrarrestar esa mala reputación para revalorizar nuestra imagen tanto en el interior como en el exterior y contribuir al aumento de exportaciones, de inversiones extranjeras, a favorecer la internacionalización  de las empresas y dar el empuje necesario para la recuperación económica, haciendo hincapié en el valor del deporte, gastronomía, cultura, industria, transporte e innovación y desarrollo español.

Marcos Martínez Solanilla

@marcosum_ms

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