
Sacamos a la palestra a uno de los reyes de la baraja emocional, a uno de los más poderosos, a aquel que todo lo germina y todo lo destruye. Señoras y señores, con todos ustedes, el Amor.
En Occidente nos hemos preocupado mucho por la educación intelectual y sus rendimientos, pero hemos descuidado el aspecto afectivo, y por mi experiencia profesional puedo decir que tener las ideas poco claras en algo tan primordial como el amor (o cualquier otra emoción) es, a la larga, dramático.
Así que comenzamos con un titular valiente: “Es difícil vivir sin amor inteligente”. ¿Cuántos de vosotros me habréis llamado a estas alturas del artículo exagerada? Pues esta afirmación, aunque parece excesiva, es cierta. La psicología, incomprensiblemente ajena al fenómeno amoroso hasta hace unos años, se ha dedicado a estudiarlo a fondo en las últimas décadas, y sostiene como verdad irrefutable que el amor es el principal agente de salud psíquica. ¿Sorprendidos?.
Pero ojo, no reduzcamos el amor a aquello en lo que la mayoría de vosotros estáis pensando, la pareja. El amor es consustancial a la vida, va unido a la esencia del ser humano, tengamos en cuenta que primero aprendemos a querer en brazos de nuestra figura de apego (madre/padre/abuelos/vecina, quien sabe), y no es un amor similar al que se siente por tu pareja, ¿cierto? Desde entonces, es muy probable que el amor nos acompañe a lo largo de la vida en forma de pasión, desamor, celos, sexo, dependencia, reencuentro, anhelo, melancolía…. En realidad el amor no es una sola entidad (os aconsejo que jamás lo veáis así, ya que perderéis muchos matices) sino muchas que se transforman como un caleidoscopio.
Entonces, ¿Qué es el amor? Te pregunto a ti que me estás leyendo. Date unos minutos para responder, y cuando tengas la respuesta regresa conmigo y continúa leyéndome.
(…)
¿Ya? ¿Respuesta encontrada? ¿Seguro que estás satisfecho con esa respuesta? Casi nunca estamos satisfechos respondiendo a una pregunta tan difícil, parece que las palabras se hacen pequeñas o ponen límites demasiado pronto, que no ayudan a la definición de algo tan amplio, rico, concreto o abstracto como es el amor.
La definición del vocablo “amor” y sus múltiples connotaciones y significados nos dan muestra de lo difícil que es limitarlo, pero en todas ellas, hay algo que se repite como una constante: la tendencia hacia algo, que nos hace desear su compañía y su bien.
Pero a pesar de que la definición se escapa cuando tratamos de abarcar todos los matices de significado que encierra esta poderosa emoción. Zick Rubin (1973) vio el amor como la unión de tres componentes importantes:
- Interés: El sentimiento de que las gratificaciones del otro son tan importantes como las propias.
- Apego: La necesidad o el deseo de estar con el otro, de tener contacto físico, de ser aprobado y querido.
- Intimidad: El nexo o lazo entre dos personas, manifestado por una comunicación estrecha y confidencial.
Entonces ahora, teniendo en cuenta estos tres componentes, vamos a ir encajándolos a toda aquella persona a la que sentís que queréis.¿Un hermano? ¿Una amiga? ¿Una madre?. ¿Sí?, ¿encaja?, entonces ya podemos entender mejor que en la palabra AMOR entra mucha más gente de la que pensabais.
Y refiriéndonos a el amor, sólo podemos hablar de personas? Tenemos que comprender que el amor es una complicada realidad:
- Amor de amistad: Relación de amistad o simpatía que se produce hacia otra persona y que tiene que ser de cierta intensidad, lo que supone un determinado nivel de entendimiento ideológico y funcional.
- Amor en las relaciones interpersonales: Amor a los padres, a los hijos, a los familiares, a los vecinos, a los compañeros de trabajo… En cada una de estas relaciones, la intensidad será distinta. Asimismo tiene lugar el amor referido a cosas u objetos: amor a los muebles antiguos, al Renacimiento, al Rock, a la literatura de aventuras…
- Amor a actividades o formas de vida: Por ejemplo la tradición, la vida en contacto con la naturaleza, la riqueza…
- Amor entre dos personas: La pareja.
- Amor a temas ideales: La justicia, el derecho, el bien, el mal, la verdad… La inclinación.
Por cierto, ¿qué es un amor inteligente?, lo hemos leído en el título, pero no le hemos prestado mucha atención, y es importante diferenciarlo. Es aquel amor que es capaz de integrar en el mismo concepto ambas esferas psicológicas: los sentimientos y las razones. Aquellos que hayan leído otros artículos míos, entenderán ahora la razón por la que empleo el adjetivo “inteligente”. Aprender a amar con la razón es recuperarse del primer deslumbramiento y otear el horizonte.
Si os habéis quedado con ganas de más, entonces lo he hecho bien. No dudéis en volver aquí, a ColumnaZero, donde continuaremos nadando juntos entre la razón y el sentimiento, para sacar el mejor partido a tus emociones.
Experimentad con corazón y cerebro vuestras emociones.
Vega RC, Psicóloga.
Consulta Romo. Medicina, Psicología y Acupuntura.
c/General Ibáñez de Íbero. Portal 5ºA. Piso 2º B. Madrid (Metro: Guzmán el Bueno)
Tlf: 91 5535636
Desde que la doctora escribio su primer articulo la he venido siguiendo.impresiona su realidad de la vida y el sentido con el que escribe.espero que continue asi en el futuro
Fantástico!! Muchas gracias por hacer que nos paremos a pensar un rato, en estos tiempos de locura.
Espero el siguiente con mucha ilusión . Besos
Creo que hacia mucho tiempo que no escribías, al menos en esta página, como siempre un placer volver a leerte y como siempre me he quedado con ganas de mas. No tardes tanto.
Que razón hay en todo el artículo, la verdad que de una manera u de otra estamos rodeados de amor…en mi caso suelo sentir un impulso más fuerte al tratarse de animales, me llegan directamente al corazon. Lo cierto es que sin amor no se que seria de las personas ni del mundo, es el motor que mueve nuestras vidas. Desde aquí lanzo un brindis por el amor!! Gracias me ha encantado.
Como pensar en el amor sin pensar en todo loque usted dice . Gracias y espero más
Yo en el amor de pareja nunca he tenido mucha suerte, pero ahora que te leo hay muchos más amores. El mío es el amor a la familia que siempre está a mi lado. Gracias por abrirme esta puerta. Ábreme más puertas por favor.