
El gato cósmico azul y blanco, por todos conocido como Doraemon, vuelve del futuro para embarcarse en un nuevo proyecto que le traslada una vez más a la gran pantalla. No se cuál de todos los inventos que esconde en su bolsillo habrá utilizado para llegar al siglo XXI, pero lo que sí está claro es que en esta ocasión, Alaska y Mario le dan la mano, ayudándole, en cierto modo, a expandir su éxito entre un público más amplio. Y es que esta conocida pareja ha sido la seleccionada para doblar a la versión adulta de Nobita y Shizuka en Stand by me (2014), un filme de Takashi Yamazaki Ryuichi Yagi que se estrena en cines el próximo 19 de diciembre.
No seré quien desmitifique a este gatito querido por tantos, pero su nueva historia -me atrevería a decir- es un poco más de lo mismo. Nobita, un niño torpe y vago, se ve continuamente envuelto en problemas por los que echa balones fuera y pide solución a Doraemon. ¿La novedad? El viaje al futuro de los dos protagonistas, quienes comprobarán cómo se resuelve el porvenir de Nobita.
Marina Saro: ¿Cómo os plantean la propuesta de doblar Stand by me? ¿Pensaron en primer lugar en uno de los dos y se adaptaron a la voz del otro u os lo ofrecieron a los dos desde un principio?
Mario Vaquerizo: A los dos. Me llamó la productora diciendo que estaban interesados en que hiciéramos el doblaje y yo dije enseguida: ¡Bravo! Sobre todo me hizo mucha ilusión por Alaska, que es gran seguidora de Doraemon. Es un regalazo, porque además no nos estaban pidiendo que doblásemos a Hitler.
Alaska: Yo lo primero que dije es que cómo íbamos a hacer las voces! Entonces me explicaron que hay un juego con el tiempo y nosotros seríamos Nobita y Shizuka de mayores. Entonces ya me relajé, porque a mí como fan de la animación no me gustaría que me cambiaran las voces que ya tengo asociadas a los personajes, así que una vez todo aclarado, todo perfecto.
M.S:¿Qué tienen en común Alaska y Mario con Nobita y Shizuka?
A: Todo; nunca lo habíamos pensado pero nos hemos dado cuenta doblando la película. Porque Mario no hizo el su parte y yo la mía, sino que grabamos juntos y de repente hay un momento en que yo estoy como redicha y Mario me dijo: ‘Pues es como tú’.
M.V: Y Nobita es muy patoso, yo estaba grabando y Alaska me dijo lo mismo. Han cogido a la horma del zapato de cada uno de los personajes. Si tenemos que elegir a un personaje nos quedamos con Doraemon pero nunca lo hubiésemos doblado. Además yo prefiero estar de segundón porque se te ve menos, se espera menos de ti, actúas menos, te cansas menos y no cansas a la gente.
M.S: ¿Con qué poder de Doraemon os quedaríais?
M.V: Viajar en el tiempo y al pasado. Yo al futuro no porque como no sé lo que va a haber… Además no querría volver a mis ocho años, yo querría volver más atrás, cuando no hubiera nacido. Me hubiera ido al Nueva York de los años setenta, y a La Movida también iría, aunque Alaska no, porque ya la vivió y jamás querría volver. Alaska iría a la época victoriana.
M.S: Este no es vuestro primer doblaje, pero ¿se os han planteado nuevas dificultades, nuevos retos?
M.V: Nobita está resfriado y teníamos que trabajar con la nariz para dar una voz nasal, pero yo no me preparé nada, no quiero mentir. Creo que te tienes que dejar en manos del director de doblaje y así es como nosotros fuimos, construyendo con él nuestro personaje. También viendo cómo es y las frases que tiene vas interiorizando su forma de ser. Eso es lo que me llamó la atención, yo era un Nobita en potencia y Alaska una Shizuka en potencia también.
A: En este caso nos parecemos mucho a los personajes, pero eso no siempre funciona porque cuando llegamos a Hotel Transilvania (2012) pensamos que era muy guay por ser la mujer de Frankenstein y Frankenstein, pero no; se trató de ir al sitio contrario, con unos registros rarísimos de voz, yo muy aguda, Mario muy grave… Aquí se nos reconoce, nos adecuamos a los personajes pero somos nosotros.
M.S: Vuestro doblaje es bastante breve y, sin embargo, vuestro nombre aparece coronando el cartel ¿Creéis que se utilizan vuestros nombres para atraer a un mayor volumen de público?
M.V: Eso es totalmente un vehículo promocional, pero yo soy consciente de ello y además lo aplaudo. Si no fuéramos Alaska y Mario hubiesen llamado a dobladores profesionales cuyos nombres no aparecerían en el cartel. Pero yo no tengo ningún problema.
A: Yo no creo que sea porque vaya a ir más gente porque aparezcamos nosotros. Incluso puede haber gente que no vaya por eso. Yo creo que es un vehículo promocional para que se haga lo que estamos haciendo ahora, hablar de la película y promocionar. En Estados Unidos esto pasa mucho, se recurre a actores para que el público pueda poner cara a los personajes y para poder hablar con alguien que no sea el departamento de promoción de la película. Sino tendría que venir el creador de la serie.
M.V.: O un Doraemon humano.
M.S: ¿Por qué funcionan tan bien los proyectos que lleváis a cabo juntos?
M.V: Yo creo que las cosas funcionan bien porque si tú te muestras tal y como eres y de forma natural, la gente lo acaba viendo. Cuando hicimos Alaska y Mario se decía que ya no sabíamos qué hacer, que estábamos acabados… nosotros lo hacíamos porque nos apetecía; tenemos una cultura muy norteamericana y somos seguidores del reality de Ozzy Osbourse, de Gene Simmons el de los Kiss, y eso supuso un regalo.
Por otro lado porque estamos muy seguros de lo que somos, muy orgullosos de la vida que llevamos y no ocultamos nada. Además somos muy generosos entonces nos gusta mostrar nuestro día a día y nuestra realidad.
A.: Funcionar, además, hay que definir qué es. Un programa como Alaska y Mario, que tiene un millón de espectadores, en función de a quien se lo plantees es funcionar o no. Pero no hacemos los proyectos para eso, sino porque nos gustan y luego unos llegan a más gente y otros a menos.
M.S: ¿Qué proyectos tenéis para el próximo año?
A: Mi único proyecto para el año que viene es grabar un álbum y seguir con las cosas con las que me van llamando y no puedo decir que no. Pero no vamos a hacer gira en España porque solo hemos parado un año desde principios del 2000.
M.V: Lo que pasa es que al final nos van a proponer más cosas y vamos a decir a todo que sí, porque tenemos la suerte de que todo lo que nos proponen nos gusta. Yo seguiré mis programas de televisión y de radio, con mi nuevo grupo Ramonsters, tributo a Ramones, al que quiero dar rienda porque me lo paso muy bien en el local de ensayo, y también sigo con las Nancys Rubias. Además voy a escribir el libro Vaquerizadas, del que entregaré un capítulo por mes a partir de enero.
A: Cuando tú te pongas a escribir yo me pongo a estudiar. Así no hablas, no me distraes y yo no te distraigo.
M.S: ¿Cómo llevas tus estudios en Historia?
A: Pues yo me matriculo todos los años, la intención es lo que cuenta. En septiembre parece que el año siguiente va a ser un desierto y no va a haber nada, entonces yo me matriculo con toda la ilusión, y en el momento en que tengo la matrícula mi teléfono empieza a sonar y el email empieza a echar humo…
M.V.: Nadie es dueño de su vida, por mucho que queramos. Algo la controlamos pero tienes cosas que te satisfacen y te llenan y no puedes decir que no. Para navidad hemos cancelado muchas cosas para darnos unos días de vacaciones, pero yo estoy loca pirulera y a lo mejor luego lo vuelvo a programar. De todas formas eso hace que tu día a día sea muy satisfactorio y tengas momentos de reafirmación. De todo se aprende, incluso doblando Doraemon aprendimos mogollón.
M.S: Alaska seguirá estudiando Historia, ¿tú continuarás aprendiendo inglés?
M.V: Es de mis asignaturas pendientes, me crea frustración y me cambia la forma de ser, porque cuando estoy en Londres noto mucho la barrera idiomática y eso me hace ser muy inseguro. Además constantemente me compro libros que no puedo aprender.
Tendría que hacerlo pero significaría irme un año fuera y tengo muchas cosas aquí. Además, ¡si yo no sé hablar ni español! De todas formas mi profesor de inglés de El hormiguero me dijo que sabía más de lo que pensaba y que por mi forma de ser voy a poder comunicarme en Arkansas City y donde quiera.
[vsw id=»-5MBiKl3wPA» source=»youtube» width=»425″ height=»344″]
Marina Saro (@marina_mercante)
@ColumnaZeroCine