
El mundo del automóvil, igual que todo lo relacionado con la tecnología, cambia y se actualiza a pasos agigantados. El nuevo Honda NSX es un ejemplo de ello.
Es por esto, que si comparamos la tecnología “visible” de un coche lanzado al mercado en 2015 con otro que lo hizo en 2010 parece que esos cinco años de diferencia se multiplican por tres. En cuanto a tecnología visible nos referimos a los nuevos sistemas de infoentretenimiento que normalmente se manejan a través de las nuevas pantallas (en su mayoría táctiles) ubicadas en la consola central y que permiten manejar una gran variedad de elementos y sistemas del vehículo. Pero no todo queda aquí. Cada vez es más habitual en coches de gama media poder conectarnos con el exterior vía internet, sincronizar dicho sistema de infoentretenimiento con nuestro Smartphone y controlarlo desde el vehículo disfrutando de un gran número de aplicaciones. Además, también es tecnología “visible” todos los sistemas de seguridad que reducen las posibilidades de sufrir un accidente y, en el caso de sufrirlo, reducen considerablemente sus consecuencias. Por no hablar de los elementos de confort como, por citar alguno, las funciones de masaje en el asiento.
Refiriéndonos a lo anterior queríamos hacer ver la evolución que la mayoría de los clientes ven en un automóvil pero lo que no se ve va mucho más allá. Un ejemplo claro de mejora en el sector en cuanto mecánica, confort y seguridad se refiere es el superdeportivo que Honda va a volver a lanzar al mercado en unos meses. El nuevo Honda NSX.
El primer NSX llegó al mercado 1990 habiendo sido presentado un año antes en el Salón del Automóvil de Chicago y llegando a Europa en 1991. En España fue presentado con unas palabras sinceras: “Todo empezó con un sueño. Un sueño de poder y de velocidad. De rapidez y de elegancia. Empezó también con el sueño de crear algo que el mundo no hubiera visto antes. Nuestros ingenieros y diseñadores buscaron respuestas a una vieja pregunta: cómo hacer que un vehículo se desplace a altísima velocidad manteniendo la comodidad y seguridad del conductor. Empezaron con una hoja en blanco. Terminaron con algo revolucionario: un motor V6 DOHC de 3.000 cc que desarrolla 274 caballos de potencia, con el exclusivo control VTEC de distribución variable; un sistema electrónico de control de tracción que evita derrapajes; y una carrocería fascinante, única en el mundo construida íntegramente en aluminio. El NSX es un sueño hecho realidad”.
Apodado por muchos como “el mata Ferraris”, el Honda NSX de 1990 con su motor central y construcción en aluminio (todo un adelanto para la época) peleó de tú a tú con los reyes del segmento del momento, la mayoría de ellos italianos y eso que su precio de adquisición era de aproximadamente un 30 % inferior. La tecnología de este modelo nipón estaba muy por encima de sus rivales, pero el punto más alto del NSX fue la variante R presentada en el año 1992. Un coche (todavía) más radical que a base de eliminar algunos elementos y utilizar materiales más ligeros redujo la relación peso potencia de los 4,82 a 4,39 kilos por caballo. Puede no parecer mucho, pero a la hora de crear un coche de estas características es tan importante un peso muy contenido como un motor capaz de desarrollar una alta cifra de caballos de vapor. Una lástima que el NSX R sólo se produjera con volante a la derecha.
Hoy en día es impensable crear un vehículo como aquel de 1990 apto para la vía pública. Entre otras cosas debido las medidas de seguridad que se exigen actualmente y más aún por las normativas anticontaminación, que intentan eliminar a toda costa los gases contaminantes y reducir las emisiones de CO2 que aumentan el efecto invernadero del planeta.
Por tanto, a las marcas no les queda otra alternativa en el caso de querer diseñar un superdeportivo que recurrir a las últimas tendencias que, según parece, serán lo que nos encontremos en la mayoría de vehículos a medio plazo. Hoy ya todos los nuevos modelos están equipados con motores downsizing, que no es otra cosa que reducir la cilindrada y las fricciones mecánicas para aprovechar al máximo cada gota de combustible además de, en la mayoría de los casos, recurrir a la sobrealimentación por turbo; unos turbos muy mejorados respecto a aquellos que se utilizaron en versiones deportivas allá por los años 80.
Si antes os decíamos que el NSX original se quedaba en 274 cv con un bloque motor de 3.000 cc, el NSX que estamos esperando con impaciencia duplica esa potencia y eso que su motor térmico es de 3.500 cc. Sí, con sólo 500 cc más es capaz de llegar a los 550 cv. Pero hay trampas. El nuevo propulsor térmico de gasolina debe dar las gracias al sistema biturbo que incorpora, quien tiene gran parte de culpa de esos 550 cv. Si a esto le sumamos que el futuro NSX no estará impulsado por un motor si no por cuatro, supongo que te quedarás a cuadros. Aunque no, no es lo que piensas. El nuevo superdeportivo de Honda será híbrido, ya que el motor térmico estará acompañado de tres propulsores eléctricos; uno de apoyo ubicado entre el motor y la caja de cambios y otro en cada rueda del eje delantero, por lo que conseguirá ser mucho más efectivo a la hora de traccionar y por a través de los que logra los 550 cv.
Del diseño de este coche, ¿qué queréis que os digamos? Simplemente es espectacular. Muy afilado y agresivo, como todo buen deportivo japonés. Además cada detalle de la carrocería ha sido cuidadosamente estudiado para conseguir una perfecta aerodinámica y canalizar el aire hacia los elementos mecánicos que necesitan refrigeración como los motores o los frenos.
Para que te hagas una idea más real de su tamaño exterior, ya que las imágenes no nos trasmiten esas dimensiones te informo de que mide 4,47 metros de largo, 1,94 de ancho y su altura es de sólo 1,21 metros. Normalmente en un coche corriente del segmento C la altura es algo menos de 1,5 metros.
En el habitáculo vuelve la tecnología “visible” de la que te hablaba. El cuadro de instrumentos es totalmente digital y configurable mientras que el salpicadero, consola central (con pantalla de grandes dimensiones, ¿cómo no?) y toda la disposición de los mandos está claramente enfocada hacia el conductor. A través de uno de esos mandos, el afortunado conductor de esta joya japonesa podrá escoger entre varios modos de conducción que varían las configuraciones del motor y su sonido, suspensiones, caja de cambios y dirección. Para realizar aceleraciones desde parado que te hagan saltar los empastes incorpora un sistema de launch control que optimiza al máximo los parámetros del vehículo.
Como podrás imaginar, el Honda NSX original no incorporaba todos estos sistemas electrónicos, y eso que sólo te he enumerado unos pocos. Con el único que contaba era con el ESP, que seguramente salvó a más de una unidad de terminar siniestrada.
Diego Ávila (@diego_motordiez)