
En los últimos años, un grupo variopinto de artistas ha revolucionado la esfera de este género musical, atrayendo a los fieles de siempre y a las generaciones del nunca. El Niño de Elche, Rosalía, los miembros de Flamenco Diverso, Silvia Pérez Cruz o Rocío Márquez son solo algunos ejemplos. Un grupo de creadores que se ha metido dentro del sistema y ha reventado sus costuras. Admiten sin reparos sus influencias tanto clásicas como contemporáneas: quejíos de Camarón, acordes de Paco de Lucía, toques de jazz y soul, versos a golpe de rap, mujeres a la guitarra, puestas en escena inconcebibles hasta el momento… ¿El resultado? Una pureza basada en la heterodoxia, el punto justo entre los anales del flamenco y ese olor a nuevo de un género que tiende a la expansión cuando todo parecía haberse inventado. En ColumnaZero hemos hecho una selección de estas nuevas promesas.
El Niño de Elche
A Francisco Contreras Molina (Elche, 1985) no le gustan las etiquetas, y sin embargo, muchos le han bautizado como el “Anti Cristo del flamenco”. Un espíritu libre que desconoce barreras; igual musicaliza poemas de Miguel Hernández, que actúa en el Sónar, habla de problemas sociales en sus temas y los exhibe mediante “performance” o se dedica a la danza contemporánea o a la cata las artes plásticas. Lleva media docena de discos aflojándole el corsé al flamenco. Participó activamente en el 15-M, se ha presentado a concursos de cante con letras del rapero Nach y asegura que la poesía es su mayor afición. Su disco Voces del extremo fue elegido como el mejor de 2015 por los Periodistas Asociados Musicales (PAM).
Rosalía
En una entrevista con ColumnaZero, la catalana nos comentó que no le avergonzaba admitir que escuchaba música que nada tenía que ver con el flamenco. Tras haber lanzado su primer álbum al mercado Los Ángeles esta joven de 23 años ha conseguido captar la atención de los críticos musicales más relevantes del país, cuya respuesta ha sido unánime. No es gitana, ni ha tenido influencias familiares, pero un día escuchó a Camarón y decidió que quería aprender del cante. Cuida con esmero desde la estética de sus videoclips hasta la puesta en escena de sus conciertos. Afirma que esto es algo que no está relacionado con la superficialidad, su imagen y su voz son una sola cosa. “Es como decir que el flamenco es machista o gitano, no tiene nada que ver”- afirma en un reportaje de Vice. Los jóvenes se acercan en manada a su forma de entender lo jondo, quizás atraídos por su vena trap o su estilo urbano. Rosalía nació 104 años después de que viera la luz La Niña de los Peines y casi dos siglos más tarde de que el flamenco comenzara a escribir su propia historia. Y aquí está, descosiéndola y volviéndola a coser con un estilo propio y trasgresor.
Festival Flamenco Diverso
En el flamenco la expresión “bailar como un macho” implica que los bailaores desarrollen un rol muy masculino, de pierna fuerte y zapateado enérgico, tronco erguido y ausencia de florituras. En Flamenco Diverso se apuesta por una nueva perspectiva. Se trata del primer festival jondo con mirada LGTBI que se celebró en el marco del Worldpride Experiencie, un evento que tuvo lugar durante la celebración del Orgullo Mundial en Madrid. El objetivo fue dar visibilidad a la homosexualidad y a los diferentes papeles que pueden adoptar las mujeres en el flamenco. Miguel Poveda, que acaba de ser padre por gestación subrogada, o Antonia Jiménez y Marta Robles, mujeres solistas a la guitarra (algo impensable hasta hacía muy poco dentro del género), fueron algunos de los encargados acercar el flamenco a nuevos públicos; cuestionando estereotipos de género y sexualidad y abriendo un nuevo espacio de discusión estética y política desde dentro del flamenco.
Silvia Pérez Cruz
Si preguntan por ella, les dirán que es una joven cantante catalana que, según en qué fase de su carrera se la descubra, aparecerá como una virtuosa del flamenco, del jazz, del fado, de la música popular o de la música clásica. Posee un extenso carrete a sus espaldas; ganó el Goya a la mejor canción original con No te puedo encontrar, de la película Blancanieves; ha sido integrante de más de 10 grupos y solista desde su aclamado disco de oro 11 de noviembre. Una enciclopedia de matices que hace suyos los folclores cada vez que canta, capaz de pasar del flamenco a la bossa nova, pasando por el fado, con una fluidez asombrosa. Para todo ello hay que tener una formación musical impresionante. No nos equivocamos: ella, sin duda, la tiene.
Rocío Márquez
Márquez se ha convertido en la primera cantaora doctora de la historia. En su tesis defiende la existencia de diversas técnicas vocales, a través de experimentos para los que ha contado con la participación de sus compañeros Estrella Morente, Arcángel o El Niño de Elche han participado. Su último trabajo, Firmamento, es una manera de poner sobre la mesas todos esos códigos, proponiendo una libertad y una búsqueda única. Un trabajo en el que convergen el flamenco, jazz, música clásica y popular, con un objetivo: contra el machismo y la desigualdad. Las letras son de Isabel Escudero, Santa Teresa de Jesús, María Salgado y Christina Rosenvinge. Márquez, que no se caracterizaba por su silencio, hoy habla más que nunca, y así lo demuestran sus letras:
“¿Cómo sería / si cambiaran los papeles / que nos repartió la vida? / Compasión para el opresor / y abundancia para un pueblo / que por miedo se calló”.
Ana Romero Fernández