Esa alarma interna que se dispara minutos antes, incluso segundos, de que suene el despertador. Indagamos en los estudios que revelan el porqué de esa intuición.
El gen KDM5A y la proteína JARID1A son los responsables. Adiós a la teoría que esgrimía que se producía por la adaptación a la rutina de levantarse todos los días a la misma hora.
El gen KDM5A funciona como si fuera un reloj. Éste es capaz de codificar la proteína JARID1A que funciona como un “encendedor”. Cuando dormimos todos nuestros niveles de PER caen, nuestros sistemas biológicos se relantizan, los procesos mentales decaen, etc… Para que todo vuelva a ponerse en marcha, es necesaria la intervención de la proteína JARID1A.
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Cuando una persona duerme sabiendo a la hora concreta a la que tiene que despertarse se produce en nuestro cuerpo, en las últimas horas del sueño, un aumento de hormonas drenocorticotropinas mayor de lo normal (adicional), empujando a la proteína JARID1A a generar variaciones que activan al “gen despertador” KDM5A. Se trata de una pieza más de un puzzle, pues el hecho de que nos levantemos antes de que suene el despertador depende de otras variables y del “gen despertador” de cada uno.
Estudios realizados en 1999 en Born etiquetaron al gen KDM5 como responsable, así científicos del Instituto Salk de Estudios Biológicos de EEUU consideran al mismo como la clave para que se produzca tal circunstancia. Ambas investigaciones se han publicado, respectivamente, en la revista Nature y Science.
Equipo ColumnaZero
@columnazero
es verdad el otro dia me quede dormida y no puse la alarma a las 6.30 como siempre y casualmente me desperte a esa hora