
La ciudad que nunca duerme es de esos rincones del planeta que conoces de palmo a palmo sin necesidad de haber cogido un avión, ¿quién no ha soñado con subir al Empire State después de navegar por las profundidades de Google Imágenes? Gracias a las incontables películas, series y grandes producciones que escogen sus icónicas vías como escenario, podemos trasladarnos a cualquier punto emblemático a golpe de mando a distancia o con un solo click. Sin embargo, y a pesar de que parece que todos los secretos en torno a la vida neoyorquina han sido descubiertos, en ColumnaZero te traemos cinco curiosidades que prometemos que te dejarán con la boca abierta.
Lo importante es el exterior
¿Eres de los que camina por la calle con la mirada fija en los gigantes rascacielos que se elevan a tu alrededor, imaginándote las aventuras que han podido vivirse dentro? Pues en Manhattan, muchos tienen truco. Algunos edificios realmente son solo fachadas que han sido construidas para ocultar sistemas eléctricos y de ventilación del metro. Si observas con atención, puedes descubrirlos; por ejemplo, el número 58 de la calle Joralemon, en Brooklyn. Si pasas por allí podrás contemplar una vivienda con enormes vidrieras negras que desentonan con el resto del vecindario, pista más que suficiente para marcarlo en el mapa como “fake building”.
Adopta un banco
Una de las peculiaridades de Central Park, además de sus innumerables jardines y especies de plantas, es la gran cantidad de asientos para descansar y tomar el aire fresco. Hay contabilizados más de 9.000 y cada uno de ellos nos narra una pequeña historia a través de las placas metálicas que los acompañan. Esto se debe al programa “Adopt a bench” que se puso en marcha en 1986 y que se basa en realizar una donación, que va de los 10.000 hasta los 25.000 dólares, para que la Central Park Conservancy instale una de estas inscripciones con la frase que se desee, comprometiéndose también con la conservación y el entorno que lo rodea. Todo sea por una buena causa…
La estación fantasma
Los hoteles siempre guardan numerosas anécdotas entre sus paredes, y si se trata del Waldorf Astoria, estas pueden ser infinitas. Si a esto le sumamos que bajo sus cimientos se sitúa una terminal de metro abandonada, el suspense está servido. Hablamos de City Hall, una estación privada que fue inaugurada en 1904 y que era usada exclusivamente por los residentes neoyorquinos más influyentes como el presidente Roosevelt. Desde que dejó de utilizarse en 1945 se encuentra en desuso y, actualmente, se emplea únicamente como atractivo para aquellos intrépidos turistas que se atrevan a atravesar el pasillo principal y revivir los misterios que allí ocurrieron.
Superequipados
Los villanos del mundo pueden tener una nueva preocupación gracias a Brooklyn Superhero Supply, una tienda que cuenta con todo lo necesario para convertirte en un auténtico superhéroe. Identidades secretas, superpoderes, fórmulas para alcanzar la velocidad del mismísimo Flash o trajes que se adapten a todas tus habilidades, estos son solo algunos de los productos que podemos encontrar al cruzar la enigmática puerta del 372 de la Quinta Avenida de Brooklyn. Ya sabes, si estás pensando combatir el crimen, este es tu sitio.
Colección de alcantarillas
Si hay una leyenda que ha rodeado a Nueva York desde tiempos desconocidos es aquella que afirma que debajo de sus transitadas calles, más concretamente en sus cloacas, habitan cocodrilos que pasean a sus anchas por los fondos más oscuros de la ciudad.
Todos hemos oído este mito, pero lo que casi nadie conoce es que existen más de 400 tapas de alcantarillas diferentes. Fue la historiadora Diana Stuart, bautizada como “The Manhole Cover Lady”, quien documentó los diseños que se extienden a lo largo y ancho de la Gran Manzana. Y es que aquí hasta lo más cotidiano se convierte en especial.
Adriana Rodríguez Sánchez-Cerrudo
@columnazero