El e-commerce se convierte prácticamente en un paso obligatorio en la evolución empresarial. Casi el 60% de las empresas han realizado ya la inversión necesaria para dar el salto a la red.
El mercado interactivo parece no tener límite y cada año aumenta su cuota. Tanto es así, que en España el volumen de negocio se ha disparado de 6.000 millones en 2009 a los 11.000 millones en 2012. Tener una ventana abierta a las ventas on-line es fundamental, a día de hoy, para hacerse con un trozo del pastel y disfrutar de las ventajas del e-shopping, cuyo uso se ha visto impulsado por los smartphones. Es tal vital como la oficina virtual para las empresas distribuidoras. Tener una plataforma donde poder gestionar pedidos, sin horarios, menores costes administrativos, ausencia de barreras geográficas, e información en tiempo real, permite hacernos más competitivos en un mercado cada vez más cambiante, pero dirigido a las nuevas tecnologías. La expansión del comercio electrónico se debe a la apuesta del entramado empresarial por la vía cuya tendencia de uso por parte del consumidor es cada vez mayor. En España ya son más de 13.000 millones de usuarios, de los cuales el 13% se han iniciado este año. El tándem redes sociales-comercio electrónico supone la guinda del pastel para el desarrollo exponencial. El medio de pago más extendido es el uso de la tarjeta de débito o crédito. Más del 50% de los usuarios se aseguran que la tienda online esté adherida a un sello de calidad o código de confianza. Los motivos esgrimidos por los compradores a la hora de usar esta vía son el precio, la comodidad y el ahorro de tiempo. www.sdatos.com
