
La madurez emocional y el paso del tiempo.
Frente a los sueños de juventud, el idealismo y la incredulidad se mece la sombra del paso del tiempo, infranqueable, que hace que la realidad quede reducida a una serie de decisiones y compromisos circunstanciales. Son tiempos para los creyentes porque los escépticos morirán atados en las vías del tren. La juventud se apagó, la asimilación de la realidad se desvanece y mientras tanto nos situamos de una manera insignificante en el mundo; ¿fue esta la forma en la que elegimos mostrarnos? ¿o fue el tiempo quien finalmente la moldeó?. Pese a todo, lo único que sabemos con certeza es que algún día moriremos – We know the true death, the true way of all flesh, everyone’s dying, but girl, you’re not old yet.- proclama Step, tercera pista de Modern Vampires of the City de Vampire Weekend. Los chicos de Columbia dejaron atrás el campus y cierran su trilogía personal con un disco oscuro, con tintes barrocos y en donde se desvanece ese aire africano y lúdico de sus LPs anteriores para pasar a la madurez emocional y a la representación de su particular situación existencial, no como músicos, sino como personas que enfilan ya la treintena.
El cosmos existencial y el ambiente.
En una época en donde el género predominante es el no-género y la música parece que intenta buscarse a sí misma dentro de una gama cromática infinita, surge la posibilidad de que la propia naturaleza sonora interactúe con la parte más metafísica para llevar al oyente hacia su propio cosmos existencial. Un chaval de 24 años bajo el nombre de Youth Lagoon ha sido capaz de captar esta conexión entre lo espiritual y lo físico en un disco titulado ‘Maravillosa casa de locos’. Representante de esta nueva concepción musical que se va abriendo camino gracias a la democratización de los medios productivos, Trevor Power (su nombre real) ha sido capaz de construir en 11 pistas un universo personal que va mucho más allá de lo onírico.
Dentro de la propia concepción espacial de la música se ha llevado a cabo la reivindicación de ese techno ambiental que se introdujo en los 90’s de una manera casi aislada y que ahora Boards Of Canada, testigos y partícipes de todo aquello, lo funden en el presente a través de sintetizadores deformados, percusiones y el eco dando lugar a una perfecta simbiosis entre el naturalismo industrial y lo espiritual en Tomorrow’s Harvest. Un disco que pone de manifiesto una electrónica más naturalista y ambiental, tanto en la ejecución como en la forma. Dicha idea inicial ha sido servida a través del baile en Immunity, segundo trabajo de Jon Hopkins, donde el techno ambiental se viste con aires festivos y eufóricos aunque guardando las formas en la fase final del álbum.
La vanguardia musical
La búsqueda de lo desconocido, el intento de romper las formas y clichés artísticos para después reconstruirlos de una manera totalmente nueva. Son tiempos para experimentar, para llevar a cabo la fusión y patear a la habitualidad que impera en nuestra sociedad de la forma más bizarra posible. Si hay un grupo y un disco que ha llevado esto a su máximo esplendor ha sido The Knife y su Shaking The Habitual. El dúo sueco ha trazado una línea vanguardista dentro del caos para reflejar la crisis de identidad de la sociedad actual y la decadente situación política.
Si el Shaking The Habitual de The Knife puede considerarse como un cuadro de Kandinski, la vanguardia en su lado más surrealista viene de la mano de Oneohtrix Point Never y su R Plus Seven, que sería como un cuadro de Giorgio De Chirico. El álbum se mueve entre lo inquietante y lo incoherente con un componente onírico que navega durante toda la escucha provocando al oyente una confusión entre lo ficticio y lo real.
Esta vanguardia que nace de la libertad artística también ha sido explorada desde el rock libre gracias a Body/Head y su Coming Apart. La experimentación sin reglas llevada a cabo en un ejercicio de guitarra y voz, que se expande sobre un lienzo blanco a su antojo.
[vsw id=»DoH6k6eIUS4″ source=»youtube» width=»425″ height=»344″]
La nueva psicodelia permanece en estado de gracia
Si el año pasado fue Tame Impala y su Lorenist reivindicando la psicodelia con sintetizadores y aportado un escalón más al género, este 2013 ha sido el revival el que desde otra perspectiva lo ha abordado. Mucho más pop, con tonalidades folkies, coros y estética new hippy. Foxygen, dos californianos de 22 años, a través de su We Are The 21st Century Ambassadors Of Peace & Magic, han sido los encargados de traer al presente y revalorizar un disco, como es el Their Satanic Majesties Request de The Rolling Stone. Este revival también se ha continuado con Unknown Mortal Orchestra y su II , donde se mantiene ese toque psicodélico bañado en pop para luego transformarlo en experimentación y guitarras mucho más afiladas.
Por otro lado se ha añadido un nuevo matiz a esta psicodelia del siglo XXI; el ácido que bebe directamente del dance-rock de principios de los 90’s y de un álbum cumbre en la historia de la música moderna como es el Screamadelica de Primal Scream. Jawar Ma y su Howlin han convertido la nueva psicodelia en una fiesta hedonista bañada en MDMA, con altas cumbres de dance y acid-rock pero también con ciertos toques de house, techno y funk.
La reivindicación de las islas
Al contrario que el año pasado, parece que la música vuelve a mirar a Inglaterra, sobre todo por la emersión de una nueva generación de talentos y la confirmación de otros. En este 2013 uno de los géneros protagonistas ha sido el garage y el house traídos de la mano de Disclosure y su debut Settle. Contrastado con la oscuridad introspectiva made in Joy Division que han llevado a cabo por un lado King Krule, desde una vertiente más intimista airada con beats, o desde el punk de Savages , recuperando de nuevo ese valor añadido que tiene tratar un género en su esencia hoy en día.
Mientras tanto se ha confirmado algo que ya intuíamos, que James Blake probablemente junto con Jamie XX sea el artista más influyente en Gran Bretaña desde los tiempos del indie rock y de la simbiosis Doherty-Barat. Overgrown su segundo disco de estudio aporta a su sonido inicial una gama más rica de contrastes tocando el R&B moderno, el neosoul, el ambiente, la electrónica más ecléctica e incluso la épica.
El clasicismo y su fusión.
El clasicismo puritano dentro del género se ha ido extinguiendo dentro de gran parte de la escena musical actual. Pocos discos se publican hoy en día de manual; homogéneos en su composición y siguiendo unas pautas de evolución muy marcadas. Si el año pasado los representantes fueron Billy Fay y su Life Is People y Bob Dylan y su Tempest, este año el cupo lo abarca Bowie y su The Next Day , que rescata un pop-rock fresco, distinguido y a ratos melancólico. Cabe una mención aparte al remix que hizo James Murphy de la canción Love Is Lost y que se publicó recientemente en la versión extendida de The Next Day.
Sin embargo, el proceso de aceleración que sufre la música hoy en día, la heterogeneidad que proporciona el entorno y la búsqueda de respuestas han hecho que los géneros más primitivos como pueden ser el folk o la figura del cantautor se despojen de sus elementos más tradicionales. El primero gracias sobre todo a grupos como Fleet Foxes y Bon Iver, y este año personificado en la figura de Kurt Vile y su Wakin On A Pretty Daze, donde el folk transparente se fusiona con el rock. Por otro lado, la figura del cantautor tradicional se ha recubierto de beats dando lugar a una nueva especie, el cantautor electrónico, encarnado por John Grant y ese álbum maravilloso que es Pale Green Ghosts.
Conviene añadir que dentro del folk en su versión más originaria han visto la luz discos muy notables como el de Bill Callahan, Alela Diana o Cass McCombs.
La evolución de ultratumba y el triunfo de la universalidad.
Y entre tanto Arcade Fire como grupo mayúsculo de esta nuestra época. Difícil de asociar a un estilo o a un género, su legado se prolonga por encima de todo lo demás como un ejemplo de atemporalidad musical, cuyo fin último es trasladar el sentimiento. Poco importa que se haga a través de un álbum conceptual que habla de lo que fuimos y lo que seremos (The Suburbs) o desde los órganos de una iglesia barroca (Neon Biblie). Tras 4 LPs esa universalidad que desprende su música permanece intacta aunque ahora, en Reflektor se añade un mayor protagonismo de la percusión y de los sintetizadores, bañados en ocasiones en ritmos caribeños. Y al concepto de álbum se le dota de un mayor componente social y cultural reflejado en el mito de Orfeo y la influencia de Haiti. La evolución continúa pero la idea inicial se mantiene y eso es lo más difícil de lograr en la música. Arcade Fire va camino de convertirse en el primer gran grupo atemporal del Siglo XXI.
Los 30 discos del año. Lista de spotify aqui.
- Vampire Weekend – Modern Vampires Of The City
- Youth Lagoon – Wondrous Bughouse
- The Knife – Shaking The Habitual
- Arcade Fire – Reflektor
- Boards Of Canada – Tomorrow’s Harvest
- Foxygen – We Are The 21st Century Ambassadors Of Peace & Magic
- Body/Head – Coming Apart
- Jon Hopkins- Immunity
- Darkside – Psychic
- John Grant – Pale Green Ghosts
- Oneothtrix Point Never – R Plus Seven
- Disclosoure – Settle
- James Blake – Overgrown
- Kurt Vile – Wakin On a Pretty Daze
- Jagwar Ma – Howlin
- Dj Koze – Amygdala
- Savages – Silence Yourself
- David Bowie – The Next Day
- King Krule – 6 Feet Beneath the Moon
- Factory Floor – Factory Floor
- Unknown Mortal Orchestra – II
- These New Puritans – Field of Reeds
- Rhye – Woman
- Deerhunter – Monomania
- Iceage – You’re Nothing
- Arctic Monekys – AM
- Bill Callahan – Dream River
- Fuck Buttons – Slow Focus
- Julia Holter – Loud City Song
- FKA – Twings EP2.
Jorge García Martínez